“El publico no tiene derecho ilimitado de acceder a la información clasificada. Sin embargo, la única persona autorizada para cerrar la sala del tribunal es el juez“, dijo el magistrado James Pohl.
“Esta orden tiene efecto inmediato“, sentenció.
En Guantánamo, los debates son difundidos en diferido de 40 segundos en la sala de prensa y en la galería en la que se encuentran los periodistas, los representantes de organizaciones de derechos humanos y los familiares de las víctimas que asisten al juicio.
Ese diferido permite a un oficial de seguridad del tribunal (CSO, por sus siglas en inglés), que se encuentra sentado al lado del juez, censurar los pasajes de los debates susceptibles de ser clasificados.