Lee Myung-Bak, que entregará el cargo el 25 de febrero a Park Geun-hye, quien fue elegida a fines de diciembre, insistió en el reforzamiento de la defensa del país, y que al parecer, según él, Pyongyang quiere aprovechar la transición en el gobierno sudcoreano.
“El gobierno insta a Corea del Norte que cese de inmediato todas las declaraciones y acciones provocativas, y cumpla con sus obligaciones internacionales, incluidas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, subraya el comunicado.
“Si Corea del Norte se engaña y comete otra acción provocadora, se enfrentará a graves consecuencias”, agrega la presidencia.
Pyongyang anunció la semana pasada que quiere realizar, en una fecha no especificada, otra prueba nuclear, en señal de desafío a EE. UU., su “enemigo jurado”, y en respuesta a las sanciones ampliadas de la ONU, aprobadas poco antes. Estas sanciones fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU en represalia al lanzamiento, el 12 de diciembre pasado, de un cohete norcoreano que colocó un satélite, lo que fue visto por Washington como un ensayo de misil balístico.