La más férrea oposición hasta ahora fue del diputado y excandidato presidencial en 2010, Luis Fishman (Partido Unidad Social Cristiana, PUSC), quien afirma que si fuera necesario recurriría a la presidenta costarricense Laura Chinchilla para evitar que la serie sea exhibida en un horario con amplia audiencia juvenil.
“Lo que ahí uno ve son las cosas más terribles. Desde asesinatos, escenas sexuales, crueldad. Todo tipo de delincuencia y perversión, de todo lo menos que se debería ver en este país“, dijo Fishman al diario La Nación.
Fishman aseguró haber denunciado ante el plenario la “barbaridad” de que a la telenovela se le haya otorgado permiso de difusión en esa franja horaria.
La directora de la Comisión de Control y Calificación de Espectáculos Públicos, Mayra Chaverri, afirmó que la serie no contiene escenas sexuales ni de violencia explícita, y que el material ha sido editado para que sea apto para el público.
“Nosotros preferimos pensar una estrategia que promoviera la reflexión alrededor del problema del narcotráfico, por lo que coordinamos en conjunto una campaña con la participación de expertos en este tema y que explicarán todo lo que gira entorno a ellos“, afirmó al mismo rotativo el viceministro de Paz, Max Loría.
La teleserie del famoso narcotraficante colombiano, que rompió marcas de audiencia en en Colombia, está basada en el libro La parábola de Pablo (2001), escrito por Alonso Salazar.
Escobar, quien llegó a ser el más poderoso jefe criminal colombiano, fue abatido por la Policía de su país el 2 de diciembre de 1993, en la ciudad de Medellín (suroeste).