Guatemala

Agua, playas y sol esperan a turistas

Caminar por senderos, disfrutar un chapuzón en aguas cristalinas, apreciar el majestuoso río Dulce, una abundante pesca o un hermoso atardecer, se hace realidad en Izabal, considerado paraíso natural en el Caribe guatemalteco. Este ofrece al visitante diversidad de áreas turísticas que lo harán olvidar el trajín citadino y permanecer en contacto con la naturaleza.

Un pescador hace gala de su equilibrio al lanzar su red desde una embarcación en Río Dulce. (Foto Prensa Libre: Edwin Perdomo)<br _mce_bogus="1"/>

Un pescador hace gala de su equilibrio al lanzar su red desde una embarcación en Río Dulce. (Foto Prensa Libre: Edwin Perdomo)

Walder Véliz, de Happy Fish Travel, una de las agencias turísticas de Izabal, explica que el recorrido empieza en el Estor, sigue por Lívingston y termina en Puerto Barrios, en donde el visitante apreciará diversidad de animales acuáticos y terrestres, y saboreará deliciosos platillos preparados a base de leche de coco y mariscos.

Además, se pueden comprar artesanías del mar, bailar música garífuna y navegar en lancha o cayuco.

Véliz agrega que el costo en embarcación colectiva es de Q100 por persona, y el viaje privado va desde Q1 mil 800 hasta Q2 mil 500. Este último servicio incluye visita a todas las áreas y guía, el cual cuenta con el aval del Instituto Guatemalteco de Turismo.

El hospedaje es relativamente económico y la seguridad es coordinada por empresarios de turismo. “Izabal es un lugar bendito porque fue pinceleado para que los guatemaltecos disfrutemos esta creación divina”, dice Véliz.

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