“Tú sabes como escritor lo difícil que es hablar de un libro que uno acaba de terminar”, le dijo el Nobel a Granés.
Sin embargo, comentó que la acción transcurre “en el Perú de hoy día”, que a su juicio está viviendo “un periodo muy positivo”.
“Tenemos democracia, creo que hay unos consensos en defensa de la democracia muy amplios, tenemos una política de apertura de defensa de la propiedad privada, de estímulo a la inversión, de estímulo a la creación de riqueza a través de la empresa privada; todo lo que hoy, creo que empuja a una sociedad hacia el progreso”, comentó.
Pero en este crecimiento económico, que viven también Colombia y Chile, según observó, se están presentando unos drásticos cambios sociales.
“Todo eso está creando una sociedad llena de una problemática nueva, muchas tensiones, muchas interrogaciones todavía sin respuesta y ese es el mundo en el que ocurre esta historia”, adelantó.
Para Vargas Llosa, este proceso de desarrollo económico se ha dado desde el año 2000, y cada vez que regresa para pasar sus habituales tres meses en Perú se asombra de lo rápido que se están dando los cambios.
“Esto me sugirió una idea, unos personajes y unas situaciones que son los que he trabajado en esta novela”, dijo, al desear que El héroe discreto tenga tanta vigencia dentro de medio siglo como hoy tiene su emblemática obra La ciudad y los perros.
La ciudad y los perros, que tiene ya 50 años, es una de las novelas que en la década de 1960 encumbró al escritor peruano a lo más alto de la literatura y a ser uno de los exponentes del boom latinoamericano.
Vargas Llosa comparte el protagonismo en el Hay Festival de Cartagena con la Nobel de Literatura de 2009, Herta Müller.