La conclusión anterior se emitió en el foro ?Guatemala: Hacia un gasto más eficiente, equitativo y transparente, como herramienta para desarrollar el capital humano y reducir la pobreza?, que se llevó a cabo ayer en un hotel capitalino.
Nathalie Cely, consultora internacional, indicó que el gasto social promedio que el Estado efectúa por cada habitante se ha reducido en los últimos dos años.
Cely fue contratada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto a Rossana Mostajo y Peter Gregory, para elaborar el estudio ?Guatemala: hacia un gasto más eficiente, equitativo y transparente: retos y recomendaciones?, el cual se presentó ayer en el foro.
Retroceso social
La consultora señaló que el gasto público social se redujo de US$83 por persona en 1999, la cifra más alta alcanzada por un Gobierno, hasta US$76.6 por habitante en el 2002.
Esto significó que el año pasado cada guatemalteco recibió del Estado US$2 menos en salud; US$1.1 menos en educación; US$3 en vivienda; US$0.60 en seguridad; y US$0.40 en agua y saneamiento, a cambio de sus impuestos.
Lo peor es que ?ésta (suma) no quiere decir que esté bien gastado, pues no ha significado una mejora en la calidad de los servicios públicos?, expresó Cely.
Destacó que la pobreza se extendió de 56 a 57 de cada 100 guatemaltecos en los últimos dos años, y que la pobreza extrema pasó de 15.7 a 21.5 de cada 100 chapines, y la brecha entre pobres y ricos también aumentó.
Mala administración
Peter Gregory destacó que la mala administración pública tiene un costo muy elevado para el ciudadano, y es indispensable que el Estado cuente con el mejor recurso humano posible.
Para Gregory, la reforma del Estado es obligatoria si Guatemala quiere crear condiciones que favorezcan el desarrollo económico y social del país.
?Hasta que la sociedad civil no presione para una verdadera reforma, no existe incentivo para los partidos políticos de asumir el reto y los costos para poder llevarla a cabo, mantenerla y defenderla?, expresó.
Humberto Pretei, consultor internacional en temas del sector público, destacó la necesidad de contar con un presupuesto nacional basado en la obtención de resultados.
?El costo de no tener un presupuesto basado en resultados (como el que manejan los países más desarrollados del mundo) es muy alto para Guatemala y se refleja en lo que actualmente logra y lo que se podría alcanzar, si los recursos fueran bien empleados?, señaló.
Los consultores destacaron la necesidad de combatir la corrupción para lograr avanzar en las reformas.