Escenario

TRES PUNTOS…V Bienal (4a. parte)

Técnicamente hay una necesidad desbordante por abocarse a lo alternativo

Luego de lo que se intuye fue un arduo proceso, el jurado determinó distribuir las preseas disponibles entre los participantes de Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador.

Pese a haber quedado sin premios Panamá y Guatemala, el balance general reportó paridad en la calidad de todos los trabajos producidos en la región. Belice no se presentó con obra por asuntos ajenos a su voluntad.

Temáticamente lo relativo al género, inmigración, violencia, religión, adicciones, corrupción, pobreza y algunas particularidades regionales, están preocupando a casi todos los artistas. Técnicamente también hay una necesidad desbordante por abocarse a lo alternativo que en algunos colectivos se califica, erróneamente, como experimental.

El espacio responsable de recibir la colección de trabajos fue el Museo de Arte de El Salvador (MARTE), presidido por su director Roberto Galicia.

La mejor manera de describir el edificio y su disposición como lugar especial para exhibir obras visuales contemporáneas provino de los labios del artista catalán Joam Durán: dime qué museo tienes y te diré qué país eres.

Mejor no se puede calificar la presencia que aquella institución posee para la dimensión de las propuestas locales y centroamericanas fuera de las fronteras del istmo.

Otros aspectos enriquecieron la experiencia de los participantes y visitantes de la Bienal. Se trata de las conferencias que se dictaron en el auditorio del Museo de Antropología y la manera como sus oferentes dimensionaron a las artes visuales más jóvenes de cada país a partir de proyecciones.

Honduras, Nicaragua y Belice, principalmente, están en plena efervescencia y provocando un caudal poco conocido en el resto de Centro América.

Por otro lado también se pudo percibir una intensa labor de promoción y gestión para beneficio de los artistas y sus representantes.

El intercambio, pude apreciar sin mucha dificultad, fue la clave en el proceso de internacionalización y valoración del trabajo de los artistas.

Las personalidades que acudieron al llamado hicieron patente el interés que los profesionales del mundo del arte tienen en los artistas jóvenes.

Sin embargo una pregunta oscura me quedó en la cabeza. La misma, no necesariamente, tiene que ver con el jurado calificador de esta V Bienal.

¿Qué pasaría con la validez de estos concursos si los censores pertenecen abiertamente a estos circuitos de promoción? ¿Inclinarían estos jurados la balanza en favor de sus intereses? Esto sería, de ser así, corrupción.

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