SBS revela estos comportamientos y normas de la secta Lev Tahor
La secta Lev Tahor tiene normas y comportamientos que riñen con las leyes de Guatemala.
Una mujer de la secta Lev Tahor intenta pasar el cero policial que resguarda el albergue Nuestra Raíces, en la zona 3. (Foto Prensa Libre: Erik Ávila)
Niños y adolescentes de la secta Lev Tahor que permanecían en el albergue Nuestras Raíces, en la zona 3 de la capital, fueron separados en grupos y llevados a distintos centros de protección estatal tras un operativo el miércoles 15 de enero.
Las acciones de las autoridades no han sido bien recibidas por parte de los supuestos padres de los menores; además, las creencias y costumbres de la secta han dificultado la atención en los albergues y la identificación a individualización.
En ese sentido, Prensa Libre entrevistó a Marvin Rabanales, secretario de Bienestar Social de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), quien explicó que por medio de entrevistas, investigación y observación han descubierto algunos de los comportamientos y normas de la secta Lev Tahor.
Rabanales indicó que por medio de Cancillería han pedido asistencia técnica a los países que han atendido a esta secta.
Dijo que la retroalimentación es vital para poder entender por qué los menores no quieren recibir la comida que la SBS les proporciona, pese a que los alimentos van con pertenencia cultural.
Otro tema es cómo entender que, si no está presente un hombre de la secta, los niños, adolescentes y mujeres adultas no reciben atención médica.
Indicó que la estructura y hábitos de esta secta rompen con la tradicional forma en que los guatemaltecos tienen en sus costumbres y hábitos.
Otro punto es entender sus prácticas religiosas, pues se busca apoyar a los menores en su educación y en la construcción de su identidad moral. Según la secta, Dios a través de su ley les dice qué hacer.
Rabanales agregó que han investigado y según la ley de la secta, las mujeres adquieren la mayoría de edad a los 12 años y los varones a los 13, por lo tanto, las uniones entre adolescentes “no son ilegales”.
En consecuencia, ser madre a partir de los 12 años no se considera una violación, según la secta.
Rabales añadió que estas prácticas riñen con las leyes de Guatemala, pues aquí están prohibidos los matrimonios de menores de 18 años.
Además, en el país está considerado como violación si hay una relación sexual violenta o no con una mujer menor de 14 años.
Según el secretario, de estos matrimonios no hay registros, aunque si la pareja pierde la constancia se tiene que repetir la ceremonia, por lo tanto, no hay certeza, ni seguridad jurídica.
Remarcó que la secta se rige por un sistema jurídico distinto al de Guatemala, algo que tienen que conocer más.
Informó que le hicieron la solicitud a Estados Unidos, México, Canadá e Israel para recibir asistencia técnica y continuar el trabajo con mayor pertinencia cultural.
Rabanales añadió que ha sido difícil entender el comportamiento de esta secta, aunque Guatemala tiene que proteger a la niñez y adolescencia, “venga de donde venga” y con la cultura o religión que tengan.
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Desconoce si todos los menores están registrados en el Registro Nacional de las Personas.
Dijo que los menores trasladados a otros albergues han continuado con actitudes agresivas.
Agregó que Lev Tahor es una secta ultraortodoxa que no responde a los criterios tradicionales que profesa la fe judía.