Centenares de activistas se enfrentaron la noche del jueves último con efectivos de seguridad en Río Gallegos, capital provincial, dos mil 800 km al sur de Buenos Aires, en el extremo austral de la Patagonia, con un balance de 15 policías y seis manifestantes heridos, según fuentes sindicales y policiales.
Santa Cruz es la provincia natal del extinto expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y donde está su mausoleo, inaugurado este año por su esposa, quien reasumió el 10 de diciembre último para un segundo mandato de 4 años tras ganar los comicios con el 54 por ciento de los votos.
Los incidentes ocurrieron en un marco de crisis social y política en Santa Cruz por la resistencia al plan que impulsa el gobernador peronista Daniel Peralta, hasta ahora aliado de Fernández.
“Los compañeros de (la agrupación) La Cámpora hemos decidido retirarnos del gobierno provincial”, anunció Matías Bezi, legislador del ala juvenil del kirchnerismo, gobernante a nivel federal.
Santa Cruz es el segundo distrito más extenso del país, después de la provincia de Buenos Aires, pero poblada por sólo 272.000 habitantes, con una economía petrolera, agrícola y turística.
A diferencia del plan de recorte presupuestario del gobernador Peralta, la presidenta prometió mantener su política de aliento al consumo y al desarrollo social en su mensaje de reasunción.
Fernández criticó con dureza en ese discurso en el Congreso, ante la Asamblea Legislativa, los ajustes fiscales en naciones de Europa.