1. En relación con el crédito. La regla de oro, tanto para personas como para los gobiernos es: No gaste más de lo que ingresa. Absolutamente no se endeude para pagar gastos de funcionamiento (ie. El sueldo de la empleada). Si va a tomar un crédito, que sea para inversión —ya sea en su educación, en la compra de algún bien necesario e indispensable— para cambiar la tele que no sirve ya, no se endeude porque quiere la tele último modelo, y la vieja todavía sirve. En el caso del gobierno, véanse en el caso de los países de la UE, súper endeudados y con tremendas crisis por haber vivido por encima de sus posibilidades, dando prebendas a burócratas y grupos de presión.
2. Ahorre. Lo primero es tener un presupuesto personal y ver dónde puede reducir gastos superfluos. Ese dinero ahórrelo e inviértalo correctamente. Se aplica tanto al Gobierno como a nivel personal.
3. Invierta correctamente. Inversión es igual a seguridad, salud y educación —de calidad y con objetivos claros. No clases de pintura a menos que quiera dedicarse a la pintura—. Gasto es igual a fiestas, licores, aumentos de sueldo para los sindicatos de presión —nunca se habla que mejoren productividad—, etc. La mejor señal del nuevo gobierno es que decreten medidas de austeridad e inviertan el dinero en forma correcta.
4. Busque nuevas formas de ingreso. En el caso de las personas, identifique si puede hacer algún pequeño negocio o servicio en áreas de las que tiene conocimiento, pero que no ha puesto a producir. En el caso del Gobierno, reduzcan procedimientos para pagar impuestos y trámites administrativos. Cóbrenles a los que no están pagando; combate al contrabando, subfacturación y eliminación de exenciones fiscales a ciertos sectores. ¿Qué lloran diciendo que se irá la inversión extranjera? La inversión extranjera va a lugares que ofrecen seguridad y adicionalmente, negociemos Acuerdos de Doble Tributación —pagan acá impuestos sobre lo que ganaron acá, no en sus países—.
¡Feliz Año Nuevo 2012!