Los billetes suelen costar entre 2 y 3 yuanes (unos 20 céntimos de euro, o 15 centavos de dólar) , y muchos imitan los que en el filme daban acceso, a cambio de millones de dólares, a las “Arcas de Noé” , buques construidos para salvar del fin del mundo a gobernantes, científicos y otras personalidades.
Algunos de estos billetes están cuidadosamente elaborados, cuenta la prensa china, hasta el punto de que incluyen ficticios sistemas de seguridad para evitar su falsificación, códigos de barras y hasta sellos y membretes de las Naciones Unidas y su secretario general, Ban Ki-moon.
No faltan toques de humor y sátira política, y así algunos de los fabricantes escriben en la letra pequeña de estos pasajes que los altos funcionarios corruptos tendrán vetado su uso, o que éstos pueden ir acompañados en el “Arca de Noe” de su familia oficial, no de sus amantes.
La película “” , estrenada en 2009 y protagonizada por John Cusack, fue muy popular en los cines chinos porque el país asiático tenía un importante papel protagonista:
Era China la encargada de construir, en la meseta tibetana, las arcas para salvar a la humanidad del fin del mundo, en una de las primeras ocasiones en que Hollywood daba un guiño de complicidad a los “rivales” comunistas.