Dinero prestado
El año pasado alguien que me debe unos cuantos dólares me dijo por teléfono: “¿Dónde estás?, tengo la mitad de lo que te debo”. Resultó que eran puras bromas. Ese día aprendí que es mejor regalar porque nunca te regresan lo que prestas. Elmer Argueta.
Susto nocturno
En una ocasión quemé cuetes debajo de un sartén cuando uno de mis hermanos entró en horas de la noche a mi casa. José Cáceres
¿Niño o niña?
El Día de los Inocentes es mi cumpleaños. Cuando nací, mi papá quería que fuera niño. Una tía que estuvo en el parto con mi mamá le dijo que era un hermoso varón. Mi papá se fue inmediatamente a celebrar y cuando regresó mi tía le dijo: “Por inocente, es una linda niña”. Aunque no dejó de sentirse decepcionado, siempre me adoró. Miriam Haydee Morales.
Pelea falsa
Una vez, mi hermana y yo nos pusimos acuerdo para jugar una broma. Yo golpeaba un cincho en el suelo y ella gritaba como si le estuviera pegando. En ese momento entró nuestra mamá enojadísima porque creyó que sí le estaba pegando. Nosotros nos moríamos de la risa. Ernesto Puntocom.
Cachetada por inocente
En un Día de Inocentes mi novio me dijo que lo perdonara porque ya no me quería y que estaba enamorado de otra mujer. Pero el sorprendido fue él porque antes que me dijera “por inocente”, ya le había dado tremenda cachetada. Lily Pérez.
Funeral ficticio
Una vez mi primo me llamó por teléfono diciéndome que mi abuelita había fallecido y como ella estaba enfermita, lo creí. Solicité permiso en el trabajo, arreglé mis maletas y me fui. En el camino pase comprando coronas y candelas, me imaginaba a toda la familia llorando en la casa y me sentía tan triste que compré un par de botellas de licor para ahogar las penas. Cuando llegué a la casa vi que estaba cerrada y me fui corriendo para la funeraria. En el camino me encontré a un primo y me dijo: “vos loco, ¿para dónde vas con esas coronas y candelas? Entonces le contesté: “y no sabés que falleció la abuelita”. Entonces me respondió: “Pero si yo acabo de platicar con ella y me dijo que iba a la Iglesia”. Esa broma no se me olvida pero ahora prefiero apagar mi teléfono. Cruz Pérez.
Incentivo
En una ocasión mandamos un mensajito a todos los trabajadores de la oficina que decía que revisaran sus cuentas porque la empresa había depositado un “bono de productividad” como incentivo de fin de año por las excelentes ventas. Toda la oficina cayó. Lilian Valenzuela de Estrada.
Ropa íntima
A mi ex jefe le pusimos una prenda íntima en su carro para que su esposa la pudiera ver. Se le armó tremenda bronca y casi le pegan. Al final, también a nosotros los bromistas nos iban a pegar. Ángel Cruz.
¡Me gané la lotería!
Una vez le llamamos a un amigo haciéndonos pasar por personal de Lotería Santa Lucía, la cual acostumbra a comprar, y le dijimos que había ganado Q500 mil y se la creyó. Cuando le dijimos que todo había sido una broma casi lloraba. Douglas Esquite G.
Despido injustificado
Una vez, mi jefe, gerente de una prestigiosa empresa, me citó en su oficina y me despidió después de un emotivo discurso que finalizó al decirme que era una broma por inocente. Ese día mis compañeros gozaron a mis costillas. Estuvo buenísimo e inolvidable. Ángel Yk.
Infidelidades
En una ocasión le hice una broma a un amigo. Le dije que su mujer se había escapado con el vecino. En ese momento mi amigo empezó a llorar. Abidán Carías Palencia.
Vamos a ser padres
El año pasado, mi novio y yo, publicamos en Facebook que íbamos a ser papás. Pusimos las imágenes del ultrasonido y todos lo creyeron. Lo chistoso es que la broma se nos regresó porque ahora tenemos una beba de tres meses. Claudia Mendoza.
Confusión en regalo
Nací el Día de los Inocentes. En una ocasión, antes de la navidad, me había peleado con mi novio. El día de mi cumpleaños, mi jefe me envío un ramo de flores, pero la secretaría cambio las tarjetas haciéndome creer que eran de mi ex novio. Mi jefe pasaba y pasaba a la espera que la diera las gracias. Cuando estaba a punto de llamar a mi ex novio, me dijo mi compañera: ¡por inocente!, acá está la verdadera tarjeta. Miriam Haydee Morales
Petróleo, más y más petróleo
Cuando tenía 7 años, en mi pueblo Retalhuleu, escuché un bullicio y salí a ver qué pasaba. Vi que la gente llevaba toneles, botes, hoyas y hasta guacales vacíos. Al preguntar me dijeron que en la radio habían dicho que en el campo de la feria salía petróleo. Toda la gente quería recolectarlo y al llegar al parque había una pancarta que decía: Por inocente. ¿Para qué querían petróleo si hay que refinarlo antes? Mario Reyes
Chocolate de extraño sabor
Cuando tenía 10 años hice una bolita de plasticina café y la envolví muy bien en un papel de esos chocolates de pelotita de futbol. Cuando mi papá regresó del trabajo se la ofrecí y él me dijo gracias. La destapó, la metió a la boca y se fue a la sala. A los tres segundos regresó y me hizo muchas cosquillas. Yo, entre muchas risas le dije: “por inocente”. Pobre mi papito. Belén Cifuentes