Guatemala
Ver de nuevo a su mamá: El sueño de Navidad de una mujer condenada a prisión por un crimen que no cometió
La mujer de origen indígena enfrentó un juicio en español sin comprender el idioma y no pudo defenderse de la acusación del Ministerio Público.
El Sistema Penitenciario espera cerca de 20 mil visitas a privados de libertad en el marco de las fechas navideñas y de fin de año. Fotografía: Prensa Libre.
Elena es la identidad ficticia que por motivos de seguridad daremos a una mujer que lleva en prisión 16 de los 36 años a los que fue condenada. También es una de las mil 205 mujeres que pasarán la Navidad en el Centro de Orientación Femenina (COF).
Con los ojos llenos de lágrimas narró cómo llegó al COF. Lugar en el que se dio cuenta como su propia familia le dio la espalda desde que pisó por primera vez la prisión.
Ella es originaria de Panajachel, Sololá. Es una mujer de origen indígena que únicamente hablaba queqchí, su idioma materno, al momento que fue detenida.
Una noche, como cualquier otra, se encontraba en una tienda que tenía junto a su esposo, para generar ingresos y mantener a sus tres hijos. Pero esa noche no sabía que su vida cambiaría para siempre.
"Dos hombres entraron, se veían nerviosos me pidieron que les despachara cervezas, se las tomaron y luego me dijeron que no tenían para pagar", aseguró Elena mientras que su voz se agitaba con tan solo recordar ese suceso.
Al no tener efectivo para pagar sus bebidas los hombres le entregaron un teléfono celular para que ella lo vendiera y así saldar la deuda. Elena por temor a ocasionar un enojo de su esposo por no cobrar aceptó el aparato.
Pero minutos más tarde la tienda fue rodeada por patrullas y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) quienes le decían, "a dónde la fuiste a tirar”, palabras que ella en ese momento no entendía porque no hablaba español.
En ese momento procedieron a llevarla a las carceletas y luego de dos debates le dictaron sentencia recibiendo una condena de 36 años de cárcel por el delito de asesinato.
Elena asegura que a la fecha no sabe el nombre de la mujer a quien se supone asesinó. Su juicio se llevó a cabo en español y no contó con un traductor, lo que le impidió poderse defender.
Sobrepoblación
El COF es una cárcel construida para 126 privadas de libertad que actualmente alberga a mil 205 mujeres. Lo que significa que tiene el 954% de ocupación y 854% de hacinamiento.
Elena asegura que en prisión comenzó a aprender a hablar español. Luego inició sus clases para aprender a leer y a escribir ya que era analfabeta y nunca pudo ir a la escuela.
Hoy Elena, es una privada de libertad olvidada por sus familiares, su esposo y dos de sus tres hijos nunca fueron a verla. "La única que vino a verme el primer año que estuve presa fue mi hija pero luego cambió su número de teléfono al igual que su papá y hermanos y no supe más de ella", dijo entre sollozos.
Sueña con ver a su mamá
También aseguró que no supo nada de su madre durante 14 años hasta que una compañera del centro cumplió condena y salió. Desde afuera le ayudó a buscar su mamá en su natal Sololá. La búsqueda dio frutos y la pudo encontrar.
Luego llamó a su excompañera de celda quien esperanzada buscaba saber de su mamá. Así le pudo dar un número de celular al que minutos después llamó con miedo a ser nuevamente rechazada.
"Hola mamá soy yo, se acuerda de mí, soy Elena su hija y la amo", le dijo a su mamá. Del otro lado se escucharon llantos y lamentos "mija, perdoname por haberte abandonado yo también te amo”, respondió su mamá.
Luego de una emotiva plática Elena volvió a sentir que tenía a alguien por quien luchar y querer salir de prisión.
La privada de liberta explicó que en la actualidad su mamá tiene 90 años y no tiene ni las fuerzas ni el dinero para poderla venir a visitar a la capital pero que le dice a Elena que espera que Dios le permita volverla a ver antes de morir.
Un poco de luz
Así como Elena, las paredes del COF guardan cientos de historias, es por ello que oenegés como Colectivo Artesana se organizan para llevarles un poco de felicidad a estas mujeres que han sido olvidadas.
“Nosotras trabajamos permanentemente en los centros y en estas fechas destinamos las actividades para las señoras de la tercera edad porque se ponen deprimidas en estas fechas porque muchas de ellas fueron olvidadas por sus familias”, afirmó Andrea Barrios, coordinadora general de Colectivo Artesana.
En 2023 el sistema penitenciario registró más de 24 mil visitas del 23 de diciembre al 2 de enero. En esta ocasión esperan un número similar y recuerdan que los visitantes deben de llevar documento de identificación físico y no pueden presentarse en estado de ebriedad o bajo el efecto de sustancias.
Por su buen comportamiento a Elena le redujeron su condena a 25 años y, a través de unos manteles que confecciona desde la cárcel, que una exconvicta vende en una iglesia de la zona 6, Elena genera algunos quetzales, y ahora, con fe, espera que al salir pueda reencontrarse con su mamá.