Alternativas
Vivamos con el espíritu de la Navidad
No solo celebremos la Navidad, sino adoptemos el firme propósito de vivir su espíritu durante todo el año.
La Navidad es una celebración familiar que trasciende las barreras del tiempo y de la cultura. Es una tradición que une a las personas en un espíritu de amor, generosidad y esperanza. Aunque sus raíces cristianas se encuentran en la conmemoración del nacimiento del niño Jesús, la festividad ha incorporado diversas tradiciones y símbolos a lo largo de los siglos, desde el árbol decorado hasta la figura de Santa Claus. Además, la coincidencia con otras festividades como Hanukka, también conocida como la Fiesta de las Luces, resalta la diversidad y la riqueza de las celebraciones de fin de año. Otra importante festividad de la época es la noche del Espíritu de la Navidad, que se celebra con el Solsticio de Invierno. Es una fiesta familiar de origen celta, en donde una energía, entidad o espíritu alegre y positivo desciende sobre la Tierra cada 21 de diciembre, poco antes de la medianoche. En esa ocasión, las personas pueden realizar distintas peticiones y agradecimientos para que el espíritu les retribuya con riquezas, abundancia, paz y amor. La Navidad es el mejor momento para reunirse con sus seres queridos, compartir comidas especiales y disfrutar de la mutua compañía. Es el momento de ser feliz.
Se estima que la mítica estrella de Belén, la que guió a los reyes magos hasta Jesús, fue una conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno, un evento cósmico que se repite este fin de año. Por ello, aprovechando el momento de reflexión y de esperanza de la Navidad, roguemos que la actual estrella de Belén nos guíe e impulse a cambiar nuestra actitud. Busquemos transformarnos en personas positivas, respetuosas de los derechos de los demás, responsables de nuestras acciones y, sobretodo, colaboradoras y dispuestas a ayudar. Son valores esenciales, universales y atemporales.
Al cambiar nuestra actitud hacia lo positivo, nos alejamos del egoísmo y podemos apoyar a los líderes jóvenes que surjan buscando transformar nuestras instituciones y detener los abusos de los políticos.
Todos los seres humanos somos iguales y nuestros derechos deben ser respetados. Desafortunadamente, el concepto de estos se ha tergiversado. El respeto a los derechos de todos, que debe ser una acción inclusiva, se ha transformado en una exigencia casi fanática del respeto a los derechos de uno sin importar si se pisotean los de los demás. El enfoque hoy es totalmente equivocado, egoísta y extractivo que beneficia solo a unos pocos y perjudica a la mayoría. Es una actitud nociva que ha contagiado a toda la humanidad y que ha provocado guerras, sufrimiento y muertes. Lamentablemente, es una actitud que muy pocos buscan cambiar y se refleja desde el comportamiento de los conductores de vehículos hasta en la corrupción generalizada que impera en nuestro país.
Al cambiar nuestra actitud hacia lo positivo, nos alejamos del egoísmo y podemos apoyar a los líderes jóvenes que surjan buscando transformar nuestras instituciones y detener los abusos de los políticos. Los mismos jóvenes que nos pueden guiar hacia un futuro mejor para todos. Sin embargo, debemos mantenernos atentos a cualquier maniobra mal intencionada por parte de algún poder del Estado. No sería la primera vez que se utilizan fiestas como cortina de humo para darnos atol con el dedo y aprobar alguna acción que nos perjudica. Mantengámonos atentos y no dejemos que la reforma a la Ley Electoral que se discutirá sea nuevamente solo cosmética, manteniéndola extractiva y en beneficio de una muy selecta élite. Necesitamos una Lepp inclusiva que permita a Guatemala librarse de la corrupción para finalmente salir del subdesarrollo y prosperar.
Reflexionemos sobre el significado de la Navidad y de cómo nos puede beneficiar para ser mejores padres, hijos, amigos y ciudadanos. No solo celebremos la Navidad, sino adoptemos el firme propósito de vivir su espíritu durante todo el año. Así abandonaremos la actitud negativa que a muchos domina y deprime. Crezcamos para ser mejores personas.
¡Les deseo una feliz Navidad a todos!