Esta venta, una de las pocas que ha subastado un Oscar por una cifra cercana al millón de dólares, “demuestra la popularidad de Orson Welles y de su obra maestra Citizen Kane” , agregó.
El premio ya había sido puesto en venta hace cuatro años en Nueva York, pero no encontró postor.
La estatuilla tiene una historia agitada: primero, Welles la creyó perdida, pero reapareció en 1985 tras su muerte. Su hija Beatrice la recuperó en 1994 en un proceso legal, luego que el cineasta Gary Graver, que trabajó durante mucho tiempo con Orson Welles, la había vendido a un grupo financiero.
En 2002, Beatrice obtuvo finalmente el derecho a vender la estatuilla, a lo que se oponía la Academia Estadounidense de Arte Cinematográfico (AMPAS por su sigla en inglés) , que otorga el premio. Durante el proceso legal, el premio de Welles se había evaluado en un millón de dólares.