Una causa que merece respaldo

Ese pasaje trae a la mente otra penuria parecida, y es la de los migrantes de todo el mundo que, por otros motivos, buscan asentarse en un lugar que les permita cambiar su modelo de vida, pero, hoy como ayer, las condiciones siguen siendo difíciles para millones en varios países, en los que incluso enfrentan cambios a leyes locales que los criminalizan y los discriminan, lo que acrecienta los abusos.

Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante, y en Guatemala se han efectuado marchas y otras actividades cuyo objetivo primordial es despertar una mayor conciencia para denunciar esa cadena de abusos, como el racismo y la xenofobia, y bajo el lema “Migrar no es un delito, sino un derecho”, el pasado viernes se escucharon consignas para que a escala global trascienda el mensaje para enfrentar la discriminación y el irrespeto a los derechos humanos que padecen millones de desterrados.

En nuestro caso, Estados Unidos y México son los destinos donde mayor ha sido la hostilidad para miles de compatriotas, y es que estas se han convertido en rutas de desesperación para quienes huyen de la pobreza, como lo es también el caso de los africanos que enfrentan los mismos atropellos en países como Francia, España e Italia, donde también el defenestrado primer ministro Silvio Berlusconi alentó una normativa más represiva hacia los extranjeros indocumentados, muchos de los cuales mueren en el intento de cambiar el destino de su penosa existencia.

Ante tan dramático panorama, alienta saber que el Departamento de Justicia de Estados Unidos calificó, el jueves último, al alguacil Joe Arpaio de uno de los más atroces violadores de los derechos civiles contra los latinos que han caído en sus manos y ha enviado a prisión por infames denuncias de activistas racistas, a lo que se sumaban vejámenes continuados y medidas represivas contra todo aquel que osara criticar su repudiable represión.

En una fecha tan significativa como esta, Guatemala tiene mucho qué decir en favor de la causa de los migrantes para que cesen los abusos en su contra, pero también los guatemaltecos residentes en Estados Unidos deben regularizar su situación, adquirir la ciudadanía y ejercer sus derechos, principalmente los políticos, que son los mejores argumentos para ser escuchados por quienes tienen la potestad de impulsar una reforma migratoria, como la que ha buscado el presidente Barack Obama, pero que persistentemente ha encontrado la tenaz resistencia de los legisladores republicanos.