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“Posada sin Fronteras”: una tradición marcada por muros y esperanza 

De acuerdo con medios estadounidenses, un centenar de personas celebraron la "Posada sin Fronteras" en la frontera entre México y Estados Unidos, un evento cargado de simbolismo frente a las restricciones migratorias.

ACOMPAÑA CRONICA : EEUU INMIGRACIÓN USA9810. SAN DIEGO (CA, EEUU), 15/12/2024.- Líderes religiosos, activistas proinmigrantes y varias personas participan en la 'Posada sin Fronteras', la tradición de escenificar el viaje a Belén este sábado, en la frontera de San Ysidro, en San Diego, California (Estados Unidos). Más de un centenar de personas celebraron en el muro entre California y México la 'Posada sin Fronteras', que recrea el peregrinar de María y José en busca de refugio, una historia que este año cobra más sentido ante el retorno de Donald Trump a la Presidencia y su política de puertas cerradas. EFE/ Manuel Ocaño

Líderes religiosos, activistas proinmigrantes y varias personas participan en la "Posada sin Fronteras", la tradición de escenificar el viaje a Belén en la frontera de San Ysidro, en San Diego, California, EE. UU. (Foto Prensa Libre: EFE)

El muro que separa Estados Unidos de México fue nuevamente testigo de la "Posada sin Fronteras", un evento cargado de simbolismo y reflexión que, en su trigésima primera edición, se llevó a cabo bajo un ambiente marcado por las restricciones migratorias y la preocupación por el futuro de las políticas fronterizas. 

Más de un centenar de personas, entre líderes religiosos y activistas proinmigrantes, se reunieron el sábado 14 de diciembre, en ambos lados de la frontera entre California y México para recrear el peregrinaje de María y José en busca de refugio.

La tradicional posada mexicana, que simboliza la búsqueda de albergue, adquirió un significado más profundo este año, frente a las estrictas políticas migratorias y el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Tradición interrumpida por barreras 

El evento, que usualmente conecta a los participantes de ambos países a través de cantos y oraciones, se enfrentó por primera vez a un distanciamiento sin precedentes. Dos muros paralelos, de más de nueve metros de altura y protegidos por alambres de púa, separaron a los asistentes de manera que los cantos no pudieron ser escuchados de un lado al otro. Además, agentes de la Patrulla Fronteriza se encargaron de vigilar de cerca la celebración. 

“El mensaje de la posada de este año es que siempre se debe dar la bienvenida a los migrantes que huyen del peligro. Esto es un derecho humano fundamental”, declaró Pedro Ríos, coordinador del evento en California y representante del Comité de Servicios de los Amigos Americanos. 

La posada tuvo lugar en un sitio cargado de historia reciente. En mayo del 2023, miles de migrantes de más de 30 países acamparon en esta área con la esperanza de presentar sus casos de asilo a las autoridades estadounidenses. Este año, sin embargo, el lugar lució desolado, reflejando el impacto de las estrictas medidas migratorias. 

Una frontera cada vez más peligrosa 

Durante la ceremonia, los asistentes dedicaron un espacio para recordar a aquellos que perdieron la vida intentando cruzar la frontera. En un acto solemne, se leyeron los nombres y fechas de fallecimiento de migrantes que murieron en la región de San Diego y Tijuana. La mayoría de estas muertes ocurrieron tras caídas desde lo alto del muro, que cuenta con bases de concreto y suelo comprimido. 

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, en el año fiscal 2024 se realizaron 5 mil 420 rescates de migrantes. Sin embargo, las cifras de fallecimientos aún no han sido reveladas. Los activistas advirtieron que el endurecimiento de las políticas migratorias está obligando a los migrantes a buscar rutas más peligrosas, aumentando el riesgo de muerte. 

Un llamado a la humanidad 

En el sermón de la celebración, el pastor Madison Shockley, de la Iglesia Unida en Cristo en Carlsbad, destacó la importancia de contrarrestar la retórica que criminaliza a los migrantes. “Sabemos que los migrantes son ángeles, no demonios; sus índices de delitos son más bajos que los de los nacidos en Estados Unidos”, afirmó, señalando además la responsabilidad compartida por el tráfico de armas y drogas entre ambos países. 

Por su parte, Ríos enfatizó que las oraciones de este año están enfocadas en ablandar los corazones de los políticos estadounidenses. “Dar la bienvenida a los migrantes es fundamental, así como ayudarlos a encontrar refugio y albergue”, subrayó. 

Preocupación por el futuro 

La llegada de Trump a la presidencia ha generado temor tanto en Estados Unidos como en México. Las políticas de “puertas cerradas” podrían agravar la crisis migratoria, llevando a más personas a situaciones de vulnerabilidad extrema. 

La "Posada sin Fronteras", aunque marcada este año por las barreras físicas y políticas, sigue siendo un recordatorio de la esperanza, la solidaridad y la lucha por los derechos humanos en una de las fronteras más transitadas y vigiladas del mundo. 

ESCRITO POR:

Glenda Burrión

Periodista de Prensa Libre especializada en economía con más de 7 años de experiencia como correctora de textos y creación de contenido digital.