Si me permite

La vida con propósito siempre será de éxito

Claridad en mis metas establecidas generan sentido a cada una de las acciones tomadas.

“La vida no tiene sentido, es tu responsabilidad darle uno”. Víctor Frankl

Es fácil de entender que cuando se quiere definir el significado del éxito nos encontramos con una gran variedad de perspectivas. Esto es porque cada individuo se traza metas y tiene objetivos muy particulares, los cuales habrán de definir un éxito cuando logra alcanzar uno de ellos. Pero lo fundamental en esta vida es tener un sentido claro y concreto por el cual estamos viviendo. Le dedicamos tiempo y esfuerzo, y cuando podemos disfrutar lo que nos hemos propuesto tener lo definimos como éxito.

El diario vivir habrá de mostrar el sentido que le damos a la vida, porque no se puede explicarlo.

Debemos   entender lo determinante del tiempo y las circunstancias que enfrentamos a diario producen cambios que son innegables. Cuando eso nos sucede, el éxito puede tener que redefinirse o posiblemente restructurarse por el simple hecho de que nosotros no somos los mismos cuando definimos qué sería nuestro éxito. Por lo mismo, es mucho más importante planificar nuestra vida y cuidar cada paso que avanzamos, de hacerlo con más interés en darle sentido a lo que hacemos y lo que somos antes que buscar el poder disfrutar el éxito.

En la medida de que podemos justificar lo que en algún momento soñamos y ahora logramos hacer, que por ello podemos llenar nuestras necesidades de la manera prudente y correcta, es más gratificante que el poder ostentar los éxitos que estamos logrando. Claro está que nos trazamos metas en esta vida y debemos   poner lo máximo de nuestra parte para poder alcanzarlos, y si lo logramos, los que nos rodean seguramente nos calificarán como personas exitosas.

Cuando avanzamos en esta vida, seguramente el panorama se irá aclarando cuando podemos aceptar nuestras limitaciones, como también nuestro potencial. Esto nos ayudará para tomar las decisiones en cada cosa que escojamos, para que las metas sean cada vez más accesibles y mucho más probables. Un ejemplo que nos puede ayudar es en los casos cuando estamos buscando un trabajo, debemos saber nuestras capacidades porque debemos   estar preparados para el desempeño que ese trabajo requiere, y si lo logramos y ponemos lo mejor de nuestra parte, habrá de ser un trabajo que nos ha hecho personas exitosas.

Tendremos que cuidarnos en no visualizar al éxito como un punto al cual estamos enfocados, sino tiene que ir más allá, para que tenga la suficiente sostenibilidad. Claro está que cada uno de nosotros conocemos de personas que pusieron el máximo de su empeño en un proyecto, el cual, cuando fue logrado, solo llegó a gratificar las emociones, pero no hubo en ellos la capacidad de mantenerse en el logro alcanzado. Por ello, cuando la emoción hubo pasado, lo que quedó solo fue un recuerdo, que si la persona no tuvo la madurez de hacer los ajustes necesarios finalmente se tuvo mayor frustración.

Debemos   ser instruido para buscar el sentido a la vida que planificamos, en primera instancia, y luego tener la debida orientación para que   lo que estamos determinados para hacer   sea hecho en forma exitosa porque no solo es posible, sino que se debe   tener el buen acompañamiento para cada paso que nos esté acercando al éxito, porque difícilmente se puede esperar que en el primer paso esté el éxito. El primer paso debe tomarse correctamente, para que los que habrán de seguir terminen en un éxito gratificante.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.