Las especialistas Florencia Torche y Karine Kleinhaus encontraron que las mujeres que experimentaron el sismo de manera severa durante el segundo y tercer meses de gestación tuvieron embarazos más cortos y un mayor riesgo de parto prematuro —antes de 37 semanas de gestación—.
Asimismo, las féminas expuestas al terremoto en el segundo mes tuvieron un embarazo de 1.3 días más corto que las que estuvieron en zonas menos afectadas.
Género
El estudio reveló que los nacimientos de niños disminuyeron, respecto de las niñas, y afirma que los varones pueden ser menos fuertes que las hembras al no adaptar su desarrollo a un ambiente de estrés en el útero.
“Nuestras hipótesis sugieren que existe una disminución en la proporción de sexos causados por el estrés, y estas disminuyen los nacimientos de los varones”, señaló Torche.
Los investigadores sugieren que los mecanismos de funcionamiento de la placenta podrían desempeñar un papel en estas diferencias, así como el efecto de la hormona hidrocortisona sobre la función de la placenta.