“No tienen agua potable, pues el gobierno municipal que encabeza Raúl Gustavo Gutiérrez Cortés no ha atendido el llamado que hizo la comunidad a través de personal de este CDHU”, explicó el sacerdote católico al referido periódico.
Agregó que el alcalde optó”por hacer caso al delegado municipal de Nuevo Progreso y al jefe de sector de esa región, quienes siguen criminalizando a los desplazados, y han dicho que impedirán cualquier ayuda a la comunidad”.
La población de Nuevo Progreso es solidaria con sus vecinos temporales, pero no así las autoridades comunales, que han empezado a hostigarlos, al acusarlos de delincuentes, afirmó el defensor de migrantes.