Chimaltenango

Deportados se unen en asociación

Con el propósito de mitigar el impacto de las deportaciones en Patzún, Chimaltenango, el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) brindó asesoría legal para la integración de la Asociación de Deportados y Familiares de Migrantes de Patzún Asoju, a fin de gestionar proyectos productivos en el Gobierno e instituciones internacionales, y así salir adelante.

Josefina Coyote, presidenta de Asoju, recibe de Ubaldo Villatoro, de Conamigua,  el documento que legaliza la  asociación de  deportados de Patzún.

Josefina Coyote, presidenta de Asoju, recibe de Ubaldo Villatoro, de Conamigua, el documento que legaliza la asociación de deportados de Patzún.

Ubaldo Villatoro, representante de Conamigua, dijo que Patzún es uno de los municipios de Chimaltenango más golpeados por las deportaciones, ya que más de dos mil personas oriundas de ese lugar son devueltas de Estados Unidos cada año. Por ello recibieron asesoría para que se constituyeran en una asociación.

“Creemos que la conformación de esta clase de agrupaciones contribuirá al desarrollo de la población deportada y sus familiares; además, tendrán la oportunidad de gestionar proyectos de desarrollo en sus comunidades”, expresó Villatoro.

Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva de Conamigua, afirmó que Asoju está formada por más de 80 deportados y sus familiares, y se espera que en el futuro puedan integrarse más personas, porque, según las estadísticas, del 2009 a la fecha han sido retornados 35 mil migrantes de Chimaltenango.

“La asociación es una organización de carácter privado, no lucrativa, de asistencia social y de promoción al desarrollo de sus asociados”, aseguró Gordillo.

Josefina Coyote, quien asumirá la presidencia de la asociación, expuso: “Promoveremos proyectos para que cuando las personas sean deportadas encuentren una fuente de trabajo y puedan pagar las deudas que han contraído”.

Rosario Ajzaj, deportada, recomendó a la Asoju que busque mecanismos legales para que se pueda luchar contra los prestamistas, que se convierten en la principal amenaza cuando ellos regresan al país, ya que despojan de sus viviendas a las familias cuando consideran que ya no recibirán la paga.

“En mi caso tenía una deuda de Q30 mil, pero a inicios de este mes me desalojaron de mi vivienda porque el prestamista consideró que no juntaría el dinero”, relató.

ESCRITO POR:
Fernando Magzul
Periodista de Prensa Libre y Guatevisión con 19 años de experiencia. Especializado en radio, prensa escrita, medios digitales y televisión.