En horas de la tarde los 13 guardias de seguridad de la empresa Hidro Santa Cruz fueron capturados por los vecinos y despojados de sus armas, pero no los agredieron ni los amarraron e incluso les dieron alimentos.
En horas de la noche los comunitarios destruyeron e incendiaron dos bodegas y maquinaria que la compañía tenía en Poza Verde y los agentes policiales fueron llevados a Santa Cruz Barillas, a unos 4 kilómetros de la aldea, en donde fueron dejados en libertad.
En la madrugada los comunitarios retornaron a Poza Verde y mantienen el control del terreno de Hidro Santa Cruz. Un contingente de la Policía fue movilizado a Santa Cruz Barillas a la espera de alguna acción para retomar el control del proyecto hidroeléctrico.