“Este acto que asumo como jefe de Estado, no es producto de una obligación no es resultado de una negociación, es un acto voluntario de un Estado que entiende que conocer su historia, reconocer el error, es permitirnos avanzar hacia la verdad”, Declaró Arévalo de León durante el acto celebrado en el Palacio Nacional de la Cultura (sede de Gobierno), junto a la familia de la escritora y figuras públicas.
Foppa, nacida en Barcelona en 1914, fue detenida y desaparecida el 19 de diciembre de 1980 en Guatemala por un grupo de paramilitares que recibían órdenes de la dictadura del general Romeo Lucas García, quien gobernó en uno de los periodos más violentos de la guerra civil guatemalteca (1960-1996).
El mandatario guatemalteco agregó que ”recordar a Alaíde Foppa, pedirle disculpas a su familia por la violencia que los agentes estatales cometieron en contra de ella es importante porque permite no solo rescatar la figura y trayectoria de una académica y poeta importante, permite también rescatar a todas víctimas que han sufrido por la mala utilización de las instituciones del Estado para el beneficio de una élite de turno”.
Julio Solórzano Foppa, hijo de la escritora, indicó durante el acto que llegó al país centroamericano para entender qué pasó con su madre y sus hermanos; sin embargo, hasta la fecha no hay respuestas sobre miles de desapariciones.
La española llegó a Guatemala en 1943, cuando finalizó la dictadura de Jorge Ubico y posteriormente obtuvo la nacionalidad guatemalteca y fue simpatizante de la revolución que se vivió en el país centroamericano en 1944.
Foppa tuvo que exiliarse de Guatemala en dos ocasiones debido a su militancia de izquierda y vivió muchos años en México, país donde también obtuvo la nacionalidad y desde donde desarrolló parte de su carrera.
En diciembre de 1980, Foppa volvió a Guatemala y fue secuestrada junto al chófer de su madre, Leocadio Axtún Chiroy, ninguno de los dos fue encontrado, de acuerdo con datos oficiales.
Además, dos de los hijos de Foppa también fueron desaparecidos en 1979 y 1981 en el marco del conflicto armado interno y son considerados víctimas de las fuerzas del Estado.
El crimen de Foppa fue elevado a la Audiencia Nacional Española, la Corte Suprema de Justicia de Guatemala y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La presidencia guatemalteca agregó que por medio de este acto se busca “honrar la memoria de su lucha por la justicia” y reconocer a todas las mujeres víctimas de violencia.
La española es reconocida por su obra poética pero también por su papel como académica y docente de la Universidad Autónoma de México, donde dictó las primeras cátedras sobre género y fue parte de la primera revista feminista de México, Fem.
Foppa publicó al menos siete libros, siendo el último “Las Palabras y el Tiempo” en 1979, un año antes de su desaparición.
Durante el conflicto armado interno de Guatemala, más de 45 mil personas fueron desaparecidas forzadamente, de acuerdo con el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico. EFE