Los medios austríacos informan de que dos hombres que hablaban en inglés pidieron que les mostraran dos cuernos expuestos.
Una vez que los objetos estuvieron fuera de las cajas, uno de ellos agarró uno de los cuernos y escapó a la calle, mientras que su compañero trató de salir corriendo con la otra pieza, aunque un trabajador de la casa de subastas logró arrebatársela.
La casa Dorotheum confiaba en que el cuerno robado alcanzara un precio de venta de hasta 96 mil 600 euros.
Entre los objetos a subastar se incluían el diente de una ballena narval del siglo XIX, un abrecartas hecho con cuerno de rinoceronte y un cuerno doble de un rinoceronte negro.