Méndez agregó que todo derivó de la muerte de Tomás López, quien era su asesor y encargado del cobro del arbitrio del piso de plaza en el mercado, ocurrido el 16 de octubre último. “Desde entonces comenzó a circular el rumor de que van a matar a más empleados, por eso tienen miedo y decidieron renunciar”, explicó.
También fueron muertos Gregorio González, 48, tesorero municipal, ultimado en el parque de la localidad; Rubén Darío González Contreras, 44, secretario municipal, ultimado en un microbús, el 10 de noviembre del 2008; y el mismo Méndez fue víctima de un ataque armado el 1 de febrero de este año.
“Les dije que pediremos apoyo a la Policía Nacional Civil y del Ejército para su seguridad; estoy convenciéndolos para que sigamos trabajando, porque tenemos que entregar en orden la municipalidad el próximo 15 de enero”, puntualizó.