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Bomberos informaron que la camioneta agrícola arrastró varios metros la motocicleta y las chispas que esta provocó originó que ambos vehículos prendieran en llamas.
Compañeros de la víctima indicaron que, según información de vecinos, el piloto de la camioneta fue capturado por agentes de la Policía Nacional Civil, pero debido a que la situación se tornó tensa, lo trasladaron al juzgado de turno en la Antigua Guatemala.
Alesio Gámez fue trasladado aún con vida al Hospital Nacional de Chimaltenango, pero murió debido al fuerte golpe que sufrió en la cabeza, a pesar de que portaba casco.
Bomberos de varias estaciones cercanas acudieron al referido hospital para darle el pésame a la familia y amigos, ya que no daban crédito a lo sucedido.
“Me duele en el alma lo que le pasó a mi hijo, ya no pude celebrar su cumpleaños y comer pastel como lo hacíamos para esta ocasión, qué voy a hacer sin mi hijo, quisiera que esto fuera un sueño porque me han quitado parte de mi vida”, externó Alba Marina Gámez Batres, madre del socorrista.
Madre pide justicia
Dijo que espera que las autoridades hagan algo para prevenir más tragedias causadas por personas que manejan ebrias, “no soy quien para juzgar, pero espero que se haga justicia terrenal y que Dios me ayude a superar esta situación”, enfatizó.
Silverio Buch, encargado de personal de la estación de Bomberos Voluntarios de San Andrés Itzapa, donde Alesio prestaba servicio, lamentó lo sucedido y calificó al socorrista como una persona aplicada, colaboradora y respetuosa.
“Regularmente hacemos campañas de concientización para que las personas no mejen en estado de ebriedad. Alesio era uno de los más colaboradores para esas actividades, que Dios le de paciencia a la familia y que las autoridades deduzcan responsabilidades, ya que no es justo que una persona que sirve a la sociedad muera de esa manera”, expresó Buch.
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Buch agregó: “A Alesio le apasionaban las motocicletas y recientemente instaló un taller de motos en su vivienda, siempre comentaba que quería que su negocio creciera para salir adelante y ayudar a su familia. Recuerdo que hace cinco años lo graduamos de bombero a San Andrés Iztapa, porque quería activar lo antes posible, lamentamos que los sueños de un joven hayan sido truncados de esta manera”.
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