Tres micro bolsones suman Q8 mil 700 millones dentro del presupuesto 2025 por un articulado que en automático permitiría esa ampliación

Si bien el Congreso autorizó un programa de gastos por Q148 mil 526 millones para ejecutar en un segundo año de mandato del presidente Bernardo Arévalo la madrugada del pasado miércoles 27 de noviembre, hay un articulado que permite la creación “en automático” de la ampliación presupuestaria de por lo menos Q8 mil 700 millones, así como puede recurrir a la emisión de un cupo de bonos del Tesoro, si fuera necesario sin autorización previa.

La manera de la redacción del articulado del Decreto 36-2024, sugiere la ampliación del gasto en tres grandes rubros, que por tratarse de una Ley ya están autorizados. Además, se logró identificar otros rubros de gasto que cuentan con “ciertos vacíos” al no encontrarse una fuente de financiación a los programas, que contraviene la normativa al no establecer como será financiada.

Los “micro bolsones”

Hay tres consignaciones presupuestarias aprobadas en el presupuesto de ingresos y egresos 2025, que facultan al Ministerio de Finanzas (Minfin) ampliar el techo del presupuesto de Q148 mil 526 millones y que lo puede llevar hasta los Q157 mil 226 millones, sin recurrir a una previa autorización al Legislativo.

Estos mecanismos se convierten en una especie de “micro bolsones” presupuestaria, y que tiene que ver con las asignaciones a los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codedes); en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi) en el denominado “Plan extraordinario para el mantenimiento y la rehabilitación de puentes y carreteras” y en la ampliación del presupuesto para incluir donaciones, ejecución de préstamos externos, la Ley de Extinción de Dominio o la emisión de bonos de carbono.

Al sumar estos tres rubros alcanzan Q8 mil 700 millones, pero el monto puede ser mayor, ya que en el articulado hay rubros en los cuales no se identifica la fuente de financiación a los determinados programas.

Un superministerio 

El primer “micro bolsón” está en los Codedes, ya que tienen autorizado que el monto que no logren ejecutar en 2024, el Congreso autorizó utilizar los recursos para 2025 y disponer de ellos. En 2024, los Consejos de Desarrollo, tienen una asignación presupuestaria de Q6 mil 411 millones, según el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin), que incluye la ampliación de Q2 mil 367 millones de agosto.

De ese monto, hasta ayer se había ejecutado el 31 por ciento, por un monto de Q2 mil 18 millones, y solo tendrán un mes para poder ejecutar su gasto, por lo que es muy difícil que puedan alcanzar hasta un 50 por ciento en este año. Eso sugiere, que les quedaría otro 50 por ciento como “remanente” que se trasladará para el 2025, que pueden ser un estimado de Q3 mil 200 millones como “bolsón” presupuestario.

Eso significa que el Minfin está facultado para ampliar el gasto a favor de los Codedes.

Los Consejos de Desarrollo Departamentales, tendrá un aporte extraordinario de Q5 mil 12 millones para el denominado “Plan de inversión para el desarrollo en la infraestructura local”, más otros Q4 mil 299 millones que corresponden al aporte IVA Paz, por lo que se comprometen Q9 mil 311 millones.

Al agregarle el remanente que no se ejecutará en lo queda del ejercicio (Q3 mil 200 millones) los Codedes tendría un monto de unos Q12 mil 511 millones y se convierte en un “superministerio”.

Para el analista Érick Coyoy, eso significa que los Codedes, tendrá el próximo año una gran disponibilidad cantidad de recursos, pero con una limitada capacidad de ejecución, así como una falta capacidad de transparencia que permita conocer hacia donde van dirigido los recursos, y no hay un sistema que permita conocer con certeza en que proyectos se invierten.

Para el Micivi

El segundo “micro bolsón” está en el Micivi por Q3 mil 500 millones, pero uno de los riesgos encontrados, es que, si el Minfin no encuentra recursos disponibles en la caja fiscal para cumplir con esta asignación, puede hacer la emisión de un cupo de bonos del Tesoro, o recurrir a préstamos externos, lo que implica deuda.

También hay un artículo que se ha utilizado en años anteriores, y ahora en 2025 se faculta al Minfin en hacer una ampliación presupuestaria por Q2 mil millones e incluir recursos que pueda captar durante el año que puedan provenir de fuentes que no están disponibles al momento de aprobarse el plan de gasto.

Aquí se incluyen las donaciones, recursos de préstamos externos, aquellos que genera la Ley de Extinción de Dominio, que son asignaciones que deben ser incorporadas al programa de gasto, y para poder utilizarlos, se faculta en este articulo para ampliar el presupuesto, y se tendría la disponibilidad de ampliarlo por ese monto adicional. 

“Las ampliaciones adicionales que puede hacer el Ejecutivo en 2025 pueden superar los Q8 mil millones extras a los Q148 mil 526 millones que ya fueron aprobados por el Congreso”, remarcó Coyoy.

En tanto que, Jorge Lavarreda, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) declaró que, en este programa de gasto, se expresa decisiones de coyuntura, de una negociación de concesiones para lograr votos que no llevará a una calidad de bienestar a la población.

“No hay una claridad sobre algunos bolsones en el uso de los recursos, sobre todo en la parte de inversión en la cual se asignan recursos que no se sabe en definitiva que se va a financiar con eso”, apuntó.

Gobierno defiende gasto

En una posición defensiva, el ministro de Finanzas, Jonathan Menkos ofreció una conferencia de prensa en el Palacio Nacional exponiendo el alcance que tendrá la ejecución del presupuesto 2025, y en la cual abordó la relacionado a los ingresos, gasto y destino de inversión, deuda pública y los lineamientos de transparencia.

Remarcó que este presupuesto aprobado por el Congreso tendrá “impacto potencial en la economía y la sociedad”.

 En su exposición, afirmó que habrá impulso fiscal derivado de un mayor gasto en inversión pública dinamizará la economía y permitirá aumentar el empleo, el ingreso de las familias y el crecimiento económico; un gasto público inclusivo, que permitirá reducir las brechas de pobreza y desigualdad; transparencia y la lucha contra corrupción brindarán mayor credibilidad hacia las públicas y a la gobernabilidad; el financiamiento a inversiones estratégicas; y que el incremento de la inversión pública y privada dinamizará la producción nacional.