De esta forma, “la teoría de los primeros asentamientos en América, atribuida a la cultura clovis, que algunos científicos juraban como cierta hasta hace algunos años, queda finalmente sepultada por las conclusiones de este estudio” , estimó el experto, director del Centro Geogenético del Museo de Historia Natural de la Universidad de Copenhague.
Los primeros indicios de caza de mastodontes en América del Norte habían sido hasta ahora atribuidos a integrantes de la cultura clovis, considerados durante mucho tiempo como los ancestros comunes de todos los pueblos indoamericanos.
La punta de flecha, que mide al menos 27 centímetros y que fue fabricada a partir de un hueso de mastodonte, fue descubierta en unas excavaciones en Manis, en el estado de Washington (noroeste de Estados Unidos) cuando los arqueólogos desenterraron los restos de un mastodonte a finales de la década de 1970.
Hubo que esperar 30 años para que los expertos pudieran identificar y fechar la punta de flecha incrustada en un lado del mamífero prehistórico, mediante modernas técnicas de datación.