Vida

La modernización llega a la biblioteca del Vaticano

Los fondos del patrimonio de la Biblioteca Vaticana serán digitalizados para su preservación y modernización con una tecnología realizada por la NASA.

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El proyecto de conservación “no tiene precedentes en el mundo por sus dimensiones”, comentó al diario milanés el prefecto de la Biblioteca Vaticana Cesare Pasini, de 61 años, máximo responsable de la institución desde 2007.

Pasini defendió el proyecto para evitar “el deterioro de los manuscritos debido a la prolongada consulta directa” de los expertos.

La digitalización del patrimonio vaticano procederá por etapas, e implicará el traslado de las piezas a conservar a un búnker especial a temperaturas adecuadas en el que trabajarán “entre 120 y 150 personas”.

Para realizar este proyecto de “costes altísimos”, se empleará la tecnología Fits (Sistema de Transporte Flexible de Imágenes, en sus siglas en inglés), creado hace cuarenta años por la agencia espacial estadounidense NASA para conservar las imágenes de sus misiones espaciales, y “actualizado continuamente por la comunidad cientÍfica internacional”.

Pasini afirmó a “Il Corriere della Sera” que la fase de pruebas, sobre un patrón de 23 manuscritos aleatorios, concluyó satisfactoriamente.

“Ahora sabemos que todo el conjunto funciona: sabemos cómo hacer las fotos, coger los manuscritos, conservar los datos. Tenemos ya un punto de partida”, sostuvo.

El proyecto podría abarcar diez años, pero Pasini cuenta con “insertar en la red las primeras imágenes durante el próximo año”.

“Los manuscritos son un patrimonio de la humanidad que queremos hacer accesibles a toda la humanidad, y que, ante la humanidad, tenemos la responsabilidad de conservar”, aseguró Pasini.

Los fondos de la Biblioteca sólo pueden ser consultados por unos 250 especialistas muy cualificados al día, en cámaras subterráneas de temperatura y humedad controladas, dado la fragilidad de muchas de las piezas contenidas en la colección, la más importante humanístico-renacentista del mundo.

La Biblioteca Vaticana contiene un millón 600 mil  volúmenes impresos, 83 mil incunables, 80 mil manuscritos, 74 mil documentos de archivo, 100 mil incisiones y 300 mil monedas y medallas, que deberán ser conservadas en los próximos años.

Fue creada sobre el 1450 por el papa Nicolás V, sobre los fondos de su propia biblioteca personal, y posteriormente dotada de un estatuto jurídico y de su actual edificio, por sus sucesores, Sixto IV y Sixto V, respectivamente.

Entre sus joyas se incluye el “Codex Vaticanus”, el primer testimonio de la Biblia griega del que se tienen noticias, el “papiro Bodmer”, la transcripción más antigua, fechada entre el 175 y el 225 después de Cristo, de los Evangelios de San Lucas y San Juan, y la “Geographia” de Ptolomeo.

En la Biblioteca, los volúmenes están escritos en copto, griego, árabe, persa y hebreo, y se preservan códices paleocristianos, obras tardías de Virgilio y Terencio, o miniaturas bizantinas.