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“Se repartió una enorme cantidad de dinero entre los alcaldes a solicitud de los diputados distritales”: Roberto Alejos
El constituyente y expresidente del Congreso analiza la sesión en que diputados se aumentaron el salario y aprobaron el presupuesto del 2025, entre otras leyes.
El pleno del Congreso autorizó para que los diputados ganen lo mismo que un magistrado pero sin los controles de disciplina que tienen los operadores de justicia. Fotografía: Prensa Libre (Oscar Velásquez Mijangos).
El Congreso emitió reformas legales y autorizó el presupuesto nacional del 2025, pero también aprovechó la madrugada para aprobar un aumento de sueldo para los 160 legisladores.
El pleno comenzó con una reforma legal que podría levantar la suspensión jurídica que tiene actualmente el partido Movimiento Semilla, además de devolver a los diputados electos por esta agrupación sus privilegios como diputados de una bancada. También se garantizó el presupuesto para el segundo año de gobierno de Bernardo Arévalo, el primero con financiamiento aprobado.
“Se acabó el pretexto. Semilla ya no se puede quejar que no son bancada, porque ya lo son; no se pueden quejar de falta de plata, porque la tienen”, explicó Alejos.
Pero también apunta que el oficialismo ya demostró que tiene apoyo político para temas de país: “Hay plata, hay apoyo del Congreso, hay alianza. Incluso, los medios de comunicación son bastante objetivos, y tampoco tiene el partido movilizaciones en las calles, lo que los mantiene con credibilidad”.
Las reformas a la Ley contra la Delincuencia Organizada, las reformas a la Ley de la Policía Nacional Civil (PNC), el presupuesto del Congreso con aumento de sueldo para diputados y el presupuesto nacional podrían ser impugnados ante las Cortes por diputados de oposición.
Pero Alejos considera que este tipo de prácticas no son las más acertadas. “Hemos judicializado la política y eso se convierte en una trampa, porque le damos poder a los jueces y magistrados sobre la clase política”, añadió.
Alejos considera que la oposición política debería de actuar con madurez y “debería de aceptar que son minoría, así de sencillo. Tengan o no tengan la razón son minoría, y en un sistema republicano como el nuestro, la mayoría manda”.
El expresidente del Congreso explicó a detalle qué pudo pasar en esa extensa sesión plenaria. Decisiones políticas que están generando críticas de la población que comparan la sesión del pasado martes 26 de noviembre con la polémica aprobación presupuestaria del 2020 para Alejandro Giammattei, que también se aprobó en una madrugada.
Se repartió una enorme cantidad de dinero entre los alcaldes.
¿Cómo recibe usted, como expresidente del Congreso, la noticia de una sesión plenaria extensa que terminó en horas de la madrugada?
Es normal y usual. La ley exige que el presupuesto sea aprobado antes del 30 de noviembre, o, de lo contrario, entra en vigencia el presupuesto del año anterior.
También es normal que se apruebe en una sesión larga, porque en el Congreso los que hoy están a favor, mañana ya no. Entonces, uno como presidente del Congreso tiene que aprovechar que tiene los votos y darle hasta que termine o las cosas pueden cambiar.
El primer tema aprobado de urgencia nacional fue reformar la Ley Contra la Delincuencia Organizada. ¿Cómo analiza esta primera ley?
Todas las leyes que se aprobaron en esa sesión están relacionadas con la aprobación del presupuesto, porque quien negoció, ya sea Movimiento Semilla o el presidente del Congreso, uso la misma metodología que con la ampliación presupuestaria.
Están compartiendo la obra, porque ya no es algo exclusivo del Organismo Ejecutivo a través del Ministerio de Comunicaciones. Se repartió una enorme cantidad de dinero entre los alcaldes a solicitud de los diputados distritales.
Es un presupuesto donde el diputado que se oponga tiene que tener muy buenos argumentos, no tener alcaldes y ser de Lista Nacional para decir “aquí no vendrá la obra, porque yo voté en contra”.
La plata que se va a repartir es bastante, es algo que no se esperaba. Los que creemos en un presupuesto grande estamos de acuerdo, los que creemos en la descentralización, que mejor que la plata fortalezca la obra municipal, porque es más fácil de fiscalizar.
Pero Semilla se aprovechó de esta negociación para decirles 'también queremos que nos aprueben esta ley'; por eso en la primera oportunidad —el viernes pasado— algunos diputados dijeron que no estaba en los acuerdos y que fue un chantaje.
Lo que hicieron fue aprovechar el momento, porque los ojos de la población estaban sobre el presupuesto.
Se aprobó también una enmienda para aumentar el sueldo a los diputados. ¿Los aliados de Semilla se aprovecharon del momento?
Recordemos que ese aumento salarial ya lo habían intentado aprobar, en esta misma legislatura cuando intentaron aprobar la Ley Orgánica del Congreso. Pretendían que Semilla pudiera funcionar como bancada y el aumento salarial.
Esto nos dice que dentro del Congreso había un movimiento organizado de distintas bancadas y diputados para que hubiera un aumento. Lo que hicieron fue aprovechar el momento, porque los ojos de la población estaban sobre el presupuesto.
Pero había otros elementos como la ley que beneficia a Semilla, y la ley de la Policía Nacional Civil (PNC); el aumento a los diputados es un tema más que no habría podido aprobarse por separado, porque los medios de comunicación, analistas y la población habrían hablado tan mal que no lo hubieran logrado pasar. Pero esto no fue parte de los acuerdos, alguien metió la idea. Incluso, la indemnización es algo que los diputados tienen derecho, pero nunca lo habían pedido.
¿Se rompió el orden de la sesión plenaria?
En buen chapín, “en rio revuelto, ganancia de pescadores”. En el momento en que Semilla rompió el acuerdo y aprovecha para pedir que se aprueben las reformas a la Ley contra la Delincuencia Organizada se rompieron los pactos.
En ese momento todos se aprovecharon, ya que dicen que si a Semilla le van a aprobar su ley, bueno, entonces aprueben a mí la ley de la PNC, y lo mismo ocurrió con el presupuesto del Congreso, porque aprovechan la confusión.
No fue que Semilla perdiera el control, hay que aceptar que el control del Congreso lo tiene el presidente del Congreso —Nery Ramos—.
¿Con todo eso se puede decir que Semilla perdió el control de la sesión plenaria?
Yo creo que Semilla no perdió el control de la sesión, sino que de una forma a propósito o estratégica provocó que se abriera la discusión a otros temas. Al hacerlo ellos, hizo que otras bancadas aprovecharan también.
Además, no fue que Semilla perdiera el control, hay que aceptar que el control del Congreso lo tiene el presidente del Congreso —Nery Ramos—. Es él quien ha estado negociando.
En una entrevista que tuve con él —Nery Ramos— me decía que negocio su reelección con leyes. Ya vimos la aprobación de la Ley de Competencia y otra relacionada con la ganadería, entonces, se está dando lo que él dijo.
¿Si se rompió el orden no habría sido ideal que Semilla impulsara la reforma a la Ley Orgánica del Ministerio Público, que incluso fue presentada por el presidente Bernardo Arévalo?
Nadie me lo ha contado, pero yo estoy casi seguro que lo intentó. Una cosa es que yo pida que me modifiquen una ley a que pida apoyo por otra que no tiene los consensos.
Hay muchos cuestionamientos sobre la ley del MP, por ejemplo, que no es retroactivo; y si ellos no lo intentaron estaban conscientes que la puerta tampoco se abrió para otros temas.
Muchas personas comparan la sesión de noviembre de 2020, cuando Vamos aprovecho de madrugada su presupuesto con destinos sospechoso, con la sesión de Semilla del pasado martes, que también fue de madrugada y con aumento de sueldo para los diputados. ¿Hay punto de comparación entre esas dos sesiones?
Yo diría que no, porque en esta oportunidad la gente no va a estar de acuerdo con el aumento salarial para los diputados, pero con el resto de temas sí. Se tenían que aprobar tarde o temprano y no le causan ningún daño a la población.
Es normal que la gente diga que fue de noche para que no nos diéramos cuenta, pero creo que de día habría sido lo mismo.
La población no va a salir a manifestar, a quemar el Congreso, o a hacerlos retroceder en sus decisiones, porque a final la población va a recibir obras por medio de alcaldes, ven con buenos ojos que se termine el pleito de Semilla para ser bancada y que la PNC se refuerce.