“Son seis familias las afectadas con pérdidas materiales; sin embargo, el problema puede agravarse si las lluvias se intensifican. Lo importante es encontrar la forma de canalizar la correntada que baja de la montaña, aunque eso deberá ser en otro momento, porque el invierno no permite hacer ningún tipo de trabajo”, expuso Luis Felipe Zapeta Lux, de la Conred.
Dos familias damnificadas fueron albergadas en la estación de bomberos de la localidad.
En tanto, pobladores del referido barrio intentan proteger sus hogares con la instalación de sacos de arena, para evitar que el agua y material vuelvan a inundar sus hogares.