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Tatuajes: Una expresión de arte que trasciende la historia
Adaly Melgar, tatuadora del estudio Mar de Tinta, al momento de continuar el trabajo de una pieza artística. Fotografía: Prensa Libre (Esvin García).
Las razones pueden ser muchas, pero el lienzo es universal. La piel se transforma en auténticas obras de arte y expresiones sociales con tinta, que, acompañadas de talento, desembocan en emblemáticos tatuajes. Una expresión artística con múltiples interpretaciones y reacciones sociales que han estado acompañando la historia de la humanidad.
El primer tatuaje documentado en la historia data de hace cinco mil años. Un hombre que quedó congelado y dejó para la historia marcas pigmentadas en su piel. “En todos los continentes hay tatuajes. La antigüedad de los tatuajes, lamentablemente, no se puede probar porque la piel se desintegra y solo algunas momias tienen bien conservadas los tatuajes”, explicó Lina Barrios, directora del Instituto de Estudios Interétnicos y de los Pueblos Indígenas (Ideip) de la Universidad de San Carlos (Usac).
Los significados varían dependiendo de la cultura. Por ejemplo, para la antigua Grecia un tatuaje era la marca para un delincuente; en Egipto, un símbolo de poder; otras culturas lo asocian también con la ferocidad de sus guerreros y en la era moderna puede ser una declaración social o la transición por alguna etapa. “Son ritos de pasaje, es cuando uno pasa de un estado a otro. Por ejemplo, de niño a adulto, de soltero a casado; el paso a ser un guerrero, incluso de vivo a muerto”, dijo Barrios.
En América, el arte en piel era característico de los pueblos indígenas. “En Norteamérica, Estados Unidos, por el Estado de Utah, se encontró un instrumento para tatuar hecho con espinas de cactus. Analizaron el instrumento y tenía pigmentos para tatuar”, refirió Barrios.
Pero la Conquista eliminó esa característica cultural de los nativos. “La mayoría de culturas indígenas utilizaban tatuajes, pero con la colonización de Europa, que vino a imponer su cultura y la religión, el tatuaje quedó tachado”. Con el pasar del tiempo, poco a poco, las culturas fueron añadiendo en el imaginario a personajes con tatuajes, según Barrios.
Uno de ellos, quizá de los iconicos, es “Popeye, el marino”. Un personaje característico por sus enormes antebrazos adornados por dos anclas. En aquella época los marineros eran relacionados con personas que tenían problemas con la ley, estigma que permaneció por algunos años, aunque ahora la situación ha cambiado.
¿Aceptación social?
Hace unos años, ver a una persona con tatuajes generaba rechazo en ciertos grupos, pero con la evolución social este pensamiento ha ido disminuyendo.
El estigma hacia los tatuajes no se ha borrado por completo, pero ha logrado disminuir sin ser una barrera para optar a un empleo o una carrera académica.
Adaly Melgar tiene 27 años y considera que tiene cerca de 33 tatuajes en todo el cuerpo. Es auditora, estudia Criminología y también es artista tatuadora.
“Se ha visto un cambio grande; sin embargo, no ha sido una barrera ni en mi carrera universitaria ni en mi trabajo”, afirma, y recuerda que se hizo el primer tatuaje a los 18 años, y aunque su madre no lo vio con buenos ojos, ahora la apoya.
Melgar considera que los tatuajes son arte y que también pueden acercarnos al sentimiento más hermoso de los seres humanos: el amor.
“Recuerdo a una chica que se tatuó unos corazoncitos referentes a su hijo, yo le dije que cuando ellos crecieran sabrían que fue por ellos. Ella me contó que sus hijos habían fallecido antes de nacer”, relata.
Para toda la vida
Cada tatuaje tiene una historia, lleva una declaración, transición o evolución personal. Se necesita estar seguro de quererlo hacer, porque es una decisión para toda la vida. Un consejo de la artista es que si alguien desea hacerse un tatuaje, debe pensar si, por su trabajo, es adecuado ponérselo en un área visible. Ella no ha tenido problemas, y muchos de sus clientes tampoco. Cuenta que ha tenido la oportunidad de tatuar a abogados y jueces, lo que demuestra que los tatuajes no son más que piezas de arte en piel. “Si te gusta y te hace sentir bien, y te sube el autoestima, hazlo”, insta la artista.
Son identidad
Los tatuajes cuentan más de la persona que los porta que las palabras, y le dan identidad, explicó el psicólogo y catedrático universitario César López Gómez.
"Es, en realidad, un mensaje de reafirmación de ideas, logos y creencias. Es, en muchas ocasiones, una marca que cuenta una historia muy llena de significados para el portador", detalló el profesional, quien amplió que es raro encontrarse con una persona que tenga tatuajes sin significado, porque quien se tatúa suele tener los objetivos claros de lo que busca expresar. Están vinculados con la autopercepción y reafirmación de hechos o ideas que reafirme la opinión de sí mismo. Estas expresiones han existido desde la antigüedad y, según el psicólogo, es un reto para la sociedad respetar la individualidad.
“Cada vez van perdiendo el estigma de ser señales de marginalidad y delito, se van convirtiendo en señales personales. Puede que nos gusten o no, pero eso es independiente, los jóvenes lo seguirán haciendo y la sociedad se tendrá que actualizar hasta que llegue el momento en que no tenga nada de reprochable. Al final, es un reto de respetar la individualidad", comentó López.
Cuidados de la piel
La dermatóloga del hospital San Juan de Dios Fabiola Herrera refiere que la falta de higiene sobre el área de un tatuaje puede causar una infección o cáncer de piel a largo plazo.
Una infección en un tatuaje, según la dermatóloga, tiene que ver con los cuidados de la persona que se tatúa y del tatuador.
“Si no limpia bien sus instrumentos, puede transmitir hepatitis B o C, herpes e incluso VIH”, advierte.
Agrega que la inflamación y enrojecimiento del tatuaje y de otras áreas no tatuadas, acompañada de fiebre, puede ser indicio de una infección. Recomienda no hacer actividades físicas inmediatamente después de tatuarse, ya que se abren los poros y el sudor arrastra bacterias que pueden causar una infección. También recomienda tatuarse en edad joven, porque la piel está más hidratada y es más resistente. “Cuando la piel está reseca es más susceptible, porque se pierde el grosor de la epidermis y hay riesgo de que ingresen virus”, explica.
Proteger los tatuajes del sol, debido a que los “metales pesados” que contiene la tinta, mezclados con la radiación solar, pueden causar cáncer, es otro consejo de la especialista.
Luego del tatuaje
Adaly Melgar, artista tatuadora de Mar de Tinta, explica que luego de hacerse un tatuaje se deben seguir ciertos cuidados.
Por ejemplo, la persona no se puede exponer al sol, para evitar daños en la piel y en el tatuaje.
Si es una persona dedicada al ejercicio, lo prudente será tomarse una pausa. Una fuerza podría alterar el diseño. Además, el sudor no es aconsejable para el área tatuada.
Se debe evitar nadar en piscinas, ya que al estar la piel expuesta se puede ocasionar una infección.
Lo ideal es proteger el área por unos cinco días con una membrana protectora. Hidratarla y evitar rascarse, ya que esto también podría causar daños.
También es ideal buscar a un profesional, para que su salud y el arte no corran riesgos.