El presidente Barack Obama y Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado, dijeron el lunes que están cerca de un acuerdo para evitar un aumento generalizado de impuestos y recorte de gastos de gobierno —el abismo fiscal— que entran en efecto con el año nuevo.
Ambos agregaron que aún estaban negociando sobre si debe evitarse —y cómo— un recorte de US$109 mil millones a programas de defensa y otros nacionales que entran en efecto el miércoles próximo.
Sigue sin estar claro si el Senado votará el lunes por la tarde sobre la materia.
El Congreso podría aprobar posteriormente un proyecto de ley con carácter retroactivo bloqueando los aumentos de impuestos y recorte de gastos.
PROPUESTAS ENTRAMPADAS
Mientras Estados Unidos trata de evitar el temido “precipicio fiscal”, otro motivo de dura disputa entre republicanos y demócratas en el Congreso está cobrando protagonismo en la negociación final: el impuesto sobre la herencia.
Actualmente, en el tope de la escala de este impuesto, los patrimonios legados con un valor que supere los US$5 millones pagan el 35 % de impuestos, y la mayoría de los estadounidenses respalda este gravamen vigente desde 1916.
Los sectores más conservadores, que se oponen a casi todo tipo de impuesto, repudian particularmente este, al que llaman “impuesto a la muerte” , porque para ellos representa un castigo al éxito económico que niega a los hijos el fruto de la labor de sus padres.
Si el presidente Barack Obama, la mayoría demócrata en el Senado y la mayoría republicana en la Cámara de Representantes no se ponen de acuerdo antes de la medianoche sobre cómo evitar la crisis fiscal, el impuesto máximo sobre la herencia subirá al 55 %.