La estudiante de fisioterapia, que planeaba casarse en febrero, murió el sábado último en un hospital de Singapur por las heridas que le produjeron los hombres que la violaron y golpearon en un autobús en Nueva Delhi.
Los restos de la víctima que procedía de un entorno pobre fueron incinerados el domingo en Nueva Delhi según el rito hindú. El 16 de diciembre, la joven y su novio volvían del cine en un autobús, donde seis hombres la violaron y la agredieron sexualmente con una barra de hierro para después arrojarla del vehículo.
Su novio, un ingeniero informático de 28 años, también sufrió graves heridas después de ser atacado y arrojado a la carretera. Unos familiares dijeron al diario The Indian Express que el joven participó en una rueda de identificación de sospechosos en Tihar, una cárcel de alta seguridad de Nueva Delhi.
Sus agresores se enfrentan a la pena de muerte, que en India se ejecuta mediante la horca, aunque este país no suele aplicar las sentencias capitales. En una entrevista concedida al mismo periódico, el padre de la joven expresó su angustia después de que se conociera su muerte.
“Es muy doloroso. No he podido volver a entrar en su habitación. Ella nació en esta casa. Sus libros, su ropa, todo está allí”, dijo. La familia vive pobremente en un apartamento cerca del aeropuerto de Delhi, donde trabaja el padre después de que vendieran sus escasas tierras agrícolas para financiar los estudios de su hija, según sus allegados.
Por su parte, la policía de Delhi aseguró que su investigación estaba casi completa, a la espera de la llegada del informe de la autopsia de los doctores de Singapur y de las conclusiones de los expertos forenses, y los cargos se conocerán el jueves. “Le corresponde al tribunal decidir cuándo comenzará el juicio”, dijo el portavoz de la policía Rajan Bhagat.