Obama advirtió que, sin una solución, “los ingresos de todos los estadounidenses serán bastante menores” .
“El Congreso puede impedir que esto ocurra si actúa ahora” , agregó Obama en su mensaje semanal por radio e internet.
Luego de que Obama y los dirigentes legislativos se reunieron el viernes en la Casa Blanca, algunos colaboradores del líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, y del líder de la mayoría senatorial, el demócrata Harry Reid, comenzaron una carrera contra el tiempo en busca de un acuerdo bipartidista.
Los líderes legislativos podrían presentar el domingo un proyecto de legislación sobre el llamado abismo fiscal, que podría ser votado el mismo domingo o el lunes.
La lista de los invitados al encuentro en la Casa Blanca incluía a Reid, a McConnell, al presidente del Senado, el republicano John Boehner, y a la líder demócrata de la cámara baja Nancy Pelosi.
Pero los interlocutores principales fueron claramente Reid y McConnell, quienes estuvieron brevemente detrás de la Casa Blanca y se reunieron con sus colaboradores y con el principal asistente de Obama en asuntos legislativos, Rob Nabors, en el Salón de Gabinete en el Ala Oeste, justo afuera del despacho presidencial, mejor conocido como la Oficina Oval.
Ninguna de las partes esperaba que fuera fácil alcanzar concesiones mutuas. Pero McConnell y Reid expresaron un optimismo inesperado en las posibilidades de trabajar hacia un acuerdo que pudiera obtener apoyo en sus respectivas bancadas.
“Cualquier cosa que logremos será imperfecta”, advirtió Reid.