El juez Juan Merchan tenía previsto este martes 12 de noviembre responder a una moción de la defensa para anular la condena de Trump en Nueva York. Sus abogados habían reclamado que se le aplique el fallo sobre inmunidad presidencial del Supremo de EE. UU. o, en su defecto, se considere que sus derechos como presidente electo son a estos efectos similares a los de un presidente en ejercicio.
Según correos electrónicos presentados en la Corte, el abogado de Trump, Emil Bove, dijo este fin de semana que la “suspensión y la desestimación son necesarias para evitar impedimentos inconstitucionales a la capacidad del presidente Trump para gobernar“, después de conocerse la victoria del magnate en las elecciones presidenciales de la semana pasada.
En mayo, un jurado popular dictaminó en un veredicto en ese tribunal en Nueva York que Trump era culpable de 23 casos de falsificación de documentos para silenciar a una actriz con la que había tenido una relación extramarital.
Luego del veredicto la sentencia fue programada en un primer momento para julio, pero Merchan accedió a retrasarla hasta el 26 de noviembre para evitar cualquier interpretación de interferencia electoral. Es decir, la decisión final de Merchan sobre si seguirá con el caso o lo desestimará se tomará solo siete días antes de una sentencia que podría ser histórica.
En este caso, Trump podría enfrentar hasta cuatro años de prisión, pero los expertos apuntan que lo más seguro es que Merchan opte por imponer una sentencia más corta, o tal vez una de libertad condicional o de visitas periódicas a una corte.
Trump niega haber cometido algún delito, sostiene su inocencia y acusa a los demócratas de estar haciendo una “caza de brujas ” contra él.
La condena penal de Trump fue la primera a un expresidente y, el 5 de noviembre, el republicano ganó las elecciones para llegar a la Casa Blanca. EFE