El anterior acuerdo laboral fue firmado en abril del 2008 entre el Steg y la entonces ministra de Educación, Ana Ordóñez, durante la administración de Álvaro Colom, para tres años.
Según Oswaldo Corzo, secretario del Frente Nacional de Trabajadores de la Educación de Guatemala (Fnteg), la mayoría de maestros —unos 160 mil— desconocen los beneficios del anterior y del nuevo acuerdo, porque el Steg no representa a todos los trabajadores del Mineduc.
“No tenemos conocimiento del pacto que se firmó. No sabemos si están cediendo los derechos adquiridos y mínimos que se garantizan para el magisterio, porque aunque aseguran —el Steg— que representa a la mayoría, eso es cuestionable”, expresó.
Joviel Acevedo, secretario general del Steg, aseguró que el pacto colectivo se firmó por un plazo de tres años y que quien no esté de acuerdo con los beneficios tiene el derecho de oponerse, protestar y proponer otro acuerdo.
“El pacto ya fue firmado. Si ellos —los opositores— quieren ser firmantes o adherentes, lo pueden solicitar. Nosotros representamos al magisterio de los departamentos y municipios. No somos de la capital, somos gente consciente y combativa que nos preocupa la educación”, aseguró el dirigente.
Representantes
El pacto colectivo beneficia a todos los empleados del Mineduc, afirmó Acevedo, pero Byron Valencia, secretario general del Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Servicio de Educación (Staeg), lo negó.
Valencia señaló que secretarias y personal de mantenimiento, que suman más de 27 mil, nunca han sido incluidos en ese convenio.
“Según la Ley, tenemos el derecho de proponer nuestro pacto colectivo y lo haremos a más tardar en la primera semana de enero”, anunció.
De acuerdo con Valencia, ese pacto para beneficio de los trabajadores administrativos “tiene que ser aceptado porque ya se aceptó el de los docentes. Caso contrario, se saldrá a las calles a protestar y exigirlo”, advirtió.
Beneficios
El último pacto colectivo que se ha hecho público fue el del 2008, en el cual, entre otros aspectos, destacaba un aumento del 8 por ciento anual a los docentes y nueve días de licencia con goce de sueldo para dirigentes sindicales del Steg y la Asamblea Nacional de Magisterio.
El pacto colectivo, según el Código de Trabajo, se firma entre el patrono y el sindicato con mayor representación, en este caso lo han hecho con Steg.
El nuevo convenio, aunque no se ha tenido acceso a la versión íntegra, según Acevedo, beneficiará con el aumento salarial a los maestros de acuerdo con su régimen escalafonario, garantiza la libertad sindical y la continuidad de los programas de capacitación y profesionalización docente.
Valencia indicó que en la propuesta que presentarán también solicitan un bono económico de Semana Santa y otro estudiantil al inicio de cada año.
Corzo resaltó que entre los acuerdos que se deben discutir se encuentra el compromiso del Estado, de mejorar la infraestructura y las condiciones laborales del educador, además de los incentivos salariales.
“Ofrecen un aumento de 8 por ciento, que no es suficiente si comparamos los niveles de inflación. Además, el pacto firmado en el 2008 fue nefasto y no representó mejorías para el magisterio”, aseguró.
Señalamientos
El nuevo convenio, según Corzo, fue conocido y firmado sin hacerlo público “para que ningún sindicato presente otro pacto colectivo donde se puedan mejorar las condiciones laborales”.
“Lo que hacen es que el maestro no proteste. Están poniendo un espejito para que se piense que el Gobierno está cumpliendo, pero no llenan los niveles de inflación ni de este año, es una limosna”, aseguró.
Acevedo indicó que los opositores al pacto están movidos por intereses políticos que no representan al magisterio, y aseguró que antes de firmar el acuerdo laboral se tiene que “negociar”.
“Cualquier grupo que pretenda ser un sindicato tiene que negociar y saber encontrar el equilibrio entre ambas partes. Lo que queremos ahora es que el maestro no esté en las calles y se pueda cumplir con los 180 días de clase”, resaltó Acevedo.
Mario Rodríguez, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, expuso que los sindicatos solo negocian beneficios para el trabajador, y el empleador pone condicionantes para aceptar las peticiones.
Añadió: “Los sindicatos, en su gran mayoría, piden condiciones salariales mejores para sus afiliados. Sería conveniente que se llegará a óptimas condiciones de trabajo y compromisos mínimos para mejorar el sistema educativo en general. El problema es que no creo que se tenga capacidad para hacerlo en ese sentido”.