Diestro, Rozzoto López durante la prueba ejercitó su mano para tomar el lapicero con el que plasmó su escritura en el papel. Por momentos pasaba su mano en el pantalón para secar la sudoración.
El examen de grafotécnia es parte del anticipo de prueba en la audiencia de primera declaración que se desarrolla en el Juzgado de Mayor Riesgo D. Los resultados de la prueba para establecer si la caligrafía de Rozzoto López coincide o no con el documento de compra-venta, se conocerán en los próximos días.
Además, la jueza Aifán expuso el indicio de prueba ante la defensa y el MP presentó un protocolo contable en el que aparecen firmas de Rozzoto López el 15 de agosto de 2013, tres meses antes de ser capturado por la Policía Nacional Civil en un puesto de registro.
La coartada en duda
La fiscalía busca probar que luego de la captura de Juancho, el 8 de noviembre de 2013, la estructura se movilizó para fabricar evidencia documental que apuntara que el dinero interceptado era producto de una compra-venta de maquinaria y vehículos. Su plan funcionó y un juzgado local cerró el caso.
El MP ha reproducido escuchas telefónicas del celular de Obden Montejo, alias Fox, uno de los coordinadores de Los Huistas. Montejo se habría coordinado con miembros de la estructura para darle apariencia de legalidad a Q600 mil en efectivo con los que Rozotto López fue aprehendido y ligado a proceso penal.
No obstante, interceptaciones telefónicas revelarían conversaciones de Montejo con otros miembros de la estructura a partir del 9 de noviembre. Montejo llamó para confirmar el nombre de Jarepsa, S.A, la empresa a la que supuestamente le compraron la maquinaria.
Montejo hizo referencia a que el dinero que le fue encontrado a Rozotto estaba en quetzales, llamándolo National Geographic o pañales nacionales.
“Eso fue puro National Geographic; si no, no te sirve decir”, dijo en relación a que sería más complicado justificar el origen de sumas fuertes de dinero en dólares, según la interpretación de la Fiscalía.
Montejo además habló de los nombres a los que debían estar dirigidas las cotizaciones falsas de la maquinaria.
La fiscalía tiene más de cien interceptaciones telefónicas para probar la tesis acusatoria.
El origen del caso
Según la investigación del Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que cuenta con intervenciones telefónicas de los integrantes de este grupo, abogados y particulares conspiraron para liberar a Rozotto López.
La captura sucedió el 8 de septiembre del 2013 en una gasolinera en Santa Ana Huista, Huehuetenango, cuando trasladaba Q600 mil en efectivo. El informe de la Policía Nacional Civil (PNC) detalló que estaban ocultos bajo el compartimento en un automóvil.
En el juzgado de la localidad fue procesado Rozotto López, por lavado de dinero y otros activos. Después, el caso fue cerrado debido a las acciones ilegales de la estructura criminal que presentó prueba falsa de descargo.
“Permitieron identificar las acciones para garantizar la liberación de Juan Bautista Rozotto López, a través de la presentación de documentos que permitiera acreditar falsamente la legalidad del dinero”, informó el MP y la Cicig.
¿Quiénes son Los Huistas?
Una investigación de Insight Crime, publicada en 2016, ya daba cuenta de la estructura criminal de Los Huistas, estrechamente ligada por el cartel de Sinaloa.
La extensión y diversidad geográfica, así como la ubicación fronteriza de Huehuetenango y el flujo constante de personas y bienes, posibilitan que ahí se realicen diversos delitos y operen varios grupos criminales. El grupo liderado por Aler Samayoa Recinos, conocido como Chicharra, y asentado en la región Huista es de los grupos que operan en Huehuetenango con mayor autonomía y desarrollo organizativo alcanzado.
Con una organización centralizada y jerarquizada, posee estructuras especializadas en trasiego, almacenamiento y producción de drogas y de lavado de activos.
Según fuentes locales y oficiales, además de políticos de la zona que prefieren anonimato, la base de la actividad ilícita de Los Huistas se estableció hace años. Desde los años 70 se tiene conocimiento de la siembra de marihuana y amapola en algunas de las zonas montañosas de este departamento; actividades relativamente aisladas, y que respondían a la demanda de intermediarios mexicanos. Fue hasta finales del siglo XX cuando se implantaron y desarrollaron grupos como Los Huistas, dedicados fundamentalmente al acopio y transporte de drogas hacia el territorio mexicano. Inicialmente, estos grupos estaban formados por mexicanos pertenecientes a los carteles de Sinaloa y del Golfo que establecieron alianzas con grupos locales huehuetecos, y con experiencia en el contrabando y traslado de migrantes. Paulatinamente, estos grupos construyeron una estructura logística propia que les permitía mover y almacenar drogas, desde la ciudad de Huehuetenango hasta la frontera.
El grupo Huista toma su nombre de la zona donde está asentado. Huista se refiere a los municipios de San Antonio Huista y Santa Ana Huista, dos municipios pequeños en el noroeste del departamento. El grupo está ligado al Cartel de Sinaloa —o sea se actúa como transportadores de sustancias ilícitas por el país—, pero poco a poco ha adquirido cierto grado de autonomía; y ha pasado del trasiego al almacenamiento y en los últimos cinco años a la producción de metanfetaminas. El grupo también desarrolló una estrategia de implantación territorial, que además de la infraestructura para el narcotráfico, le posibilitó construir un entramado de negocios que incluyen; hoteles, centros de recreación, comercios, talleres, empresas de construcción e incluso, academias de computación, según fuentes oficiales que han investigado el grupo. Todos esos negocios le han posibilitado además de realizar operaciones de lavado de activos, establecer contactos y vínculos con empresarios, funcionarios y otras autoridades a través de intermediarios al nivel local y nacional.
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