Aunque la mayoría de estos son virales, en ocasiones, pueden complicarse si alguna bacteria oportunista aprovecha la disminución de defensas que se produce cuando el organismo lucha contra el ente invasor.
El equipo médico del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, en Madrid, España, lanzó una serie de recomendaciones para evitar que los infantes se resfrien tan a menudo: beber abundante líquido, evitar los cambios bruscos de temperatura, mantener las manos limpias, ventilar los espacios cerrados, cuidar la alimentación y preferir los que contengan vitamina C —como naranjas, limones o kiwis— y mantener los pies calientes.
Asimismo, se aconseja abrigarlos bien, acondicionar un ambiente húmedo; si es necesario, usar un humidificador. Lavar los juguetes, enseñar al pequeño a estornudar tapándose la boca, para evitar contagios y pasar tiempo al aire libre para evitar la concentración de virus.