Desde ambientalistas hasta terratenientes, todos coinciden en que esta herramienta podría revolucionar la capacidad de Brasil de proteger uno de los espacios verdes más grandes del mundo al tiempo que se cumple con una ley sobre medio ambiente aprobada hace poco.
Según la norma, los agricultores tienen que conservar una cantidad mínima de vegetación autóctona en sus propiedades. Esa cantidad varía y va de un 20% a un 80%, dependiendo del tipo de vegetación. La plataforma que se acaba de lanzar permite al agricultor detectar y negociar directamente cuotas con otros agricultores.
La herramienta es una gran ayuda para los agricultores, según Pedro Moura Costa, experto de renombre internacional en desarrollo sustentable. Adquirir cuotas será seguramente más barato y, sobre todo, más fácil que reemplazar la vegetación eliminada. Unos 400 agricultores iniciaron los trámites de registración ya antes de que BVRio comenzase a funcionar.
“Para alguien que se dedica a algo totalmente diferente, plantar árboles puede ser algo muy duro”, expresó Moura Costa. “Ingresar a BVRio y satisfacer los requisitos legales en cuestión de segundos es mucho más fácil”.
Los ambientalistas creen que la legislación protegerá la integridad de cada ecosistema -o “biome” -pues las cuotas pueden ser vendidas solamente en áreas biológicas similares. Por ejemplo, un granjero de un biome “cerrado” no puede venderle sus cuotas excedentes a un ganadero de la Amazonia que derribó árboles de la selva y necesita plantar una hectárea.
Esto crea un incentivo para que los propietarios de bosques con una rica biodiversidad que están intactos no eliminen esa vegetación, de acuerdo con Paulo Barreto, investigador de Imazon, una dependencia oficial que vigila el medio ambiente.