No se había detectado ningún planeta cerca de Tau Ceti hasta que a un equipo internacional se le ocurrió la idea de probar en ella su nueva técnica para recabar datos astronómicos, capaz en teoría de captar señales dos veces más potentes.
“Hemos elegido Tau Ceti (…) porque pensábamos que no constaba de señal. Es tan brillante y parecida a nuestro Sol que constituía un banco de pruebas ideal para probar nuestro método de detección de los planetas de pequeño tamaño” , explica en un comunicado Hugh Jones, de la Universidad británica de Hertfordshire.
Los astrónomos descubrieron cinco planetas, de una masa comprendida entre dos y seis veces la de la Tierra. Uno de ellos giraba en una zona “habitable” , ni demasiado caliente ni demasiado fría, que permite la existencia de una atmósfera, con agua en estado líquido en la superficie, y por tanto, quizá, con algún tipo de vida.
“Tau Ceti es una de nuestras vecinas cósmicas más cercanas, tan brillante que podríamos conseguir estudiar las atmósferas de sus planetas en un futuro no tan lejano”, recalcó James Jenkins, de la Universidad de Chile, que participó en el estudio publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.
Este hallazgo confirma la idea de que “casi todas las estrellas tienen planetas y que la galaxia debe por tanto contener un gran número de planetas potencialmente habitables de un tamaño parecido al nuestro” , añadió Steve Vogt, de la Universidad de California en Santa Cruz.