Pobladores inconformes irrumpieron en la actividad en un intento por sacar al alcalde, a quien acusan de haberse vendido por Q2 millones. El alcalde asegura que, apegado a la ley, se llegó a un acuerdo con empresa española, “sin presión ni sobornos”.
Mientras transcurría el acto protocolario, con la presencia en prevención de unos 80 agentes de la Policía Nacional Civil y unos 35 soldados, más de 200 personas de las comunidades rodeaban el salón, pero al terminar el Himno Nacional, los inconformes irrumpieron en el salón.
El acto se detuvo cuando dirigentes y pobladores intentaron tomar la palabra para repudiar el convenio, tras lo cual hubo altercados con parte de la población que sí apoya el proyecto energético.
Ante ese panorama, los funcionarios y personeros de la hidroeléctrica optaron por detener la firma.
La población que adversa el convenio permanece en el salón municipal y rodea el edificio edil para exigir que las autoridades se comprometan a rechazar el convenio.
Por el momento no se reporta que la fuerza pública haya utilizado la fuerza.
*Con información de Alex Rojas