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Shanghái prohíbe disfraces en Halloween y despliega policías para impedir expresiones de protesta

Las autoridades de Shanghái no han prohibido oficialmente las fiestas de Halloween ni los disfraces, pero si han cerrado discotecas y efectuado operativo policiales.

Las autoridades de Shanghái, China, llevan a cabo operativos policiales para impedir de manera sutil que se desarrollen manifestaciones con disfraces satíricos durante los festejos de Halloween. (Foto Prensa Libre: EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI).

Las autoridades de Shanghái, China, llevan a cabo operativos policiales para impedir de manera sutil que se desarrollen manifestaciones con disfraces satíricos durante los festejos de Halloween. (Foto Prensa Libre: EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI).

Las autoridades de Shanghái, China, han adoptado una estrategia durante la celebración de Halloween para evitar que los disfraces se convierten de nuevo en una expresión de protesta o sátira política, tal como sucedió en 2023.

En el primer Halloween sin restricciones por el covid-19, los jóvenes de Shanghái hicieron sus disfraces como una muestra de descontento, una tensión subyacente entre el segmento demográfico, afectado por la ralentización económica y un mercado laboral incapaz de absorber a los millones de egresados universitarias cada año, con cifras récord de desempleo juvenil.

A finales del 2022 también en Shanghái se llevaron a cabo algunas manifestaciones contra el “cero covid”. Incluso hubo quienes gritaron: “Abajo Xi Jinping”, algo prácticamente impensable en China. En 2023, Halloween fue una nueva válvula de escape con un ambiente social más sutil.

Hubo quien se disfrazó de cámara de seguridad en referencia a la omnipresente vigilancia en cada esquina del país; otros, de Winnie the Pooh, un personaje que, si bien no está prohibido en China, se relaciona con críticas veladas a Xi; también quien criticó el panorama laboral para los jóvenes con un cartel de “graduado en humanidades” y un cuenco para pedir limosna.

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Una mujer se colocó por encima folios en blanco, la marca de las mencionadas protestas del 2022. Otros se vistieron de los temidos ‘dabai’, los voluntarios vestidos con EPIs que se encargaban de hacer cumplir las directrices oficiales durante el largo confinamiento de la ciudad, o de las cabinas en las que había que someterse a pruebas PCR diariamente.

En 2024, las autoridades buscan evitar que se repita la situación: EFE pudo comprobar cómo la calle Julu, hogar de un popular complejo de discotecas llamado Found 158, se encontraba llena de vallas amarillas ya en la víspera, contando con una fuerte presencia policial que se extendía a las vías circundantes.

“Va a haber policía”

“Los otros años te podías disfrazar de lo que quisieras, pero este año no. Se puede entrar disfrazado, pero de forma sencilla. Va a haber policías en la entrada”, explica un empleado de uno de los locales de ese recinto.

No ha habido ningún anuncio oficial prohibiendo las fiestas de Halloween ni los disfraces. De hecho, en cafeterías del centro de la ciudad o en centros comerciales de las afueras las decoraciones con calabazas y fantasmas se han colgado con la normalidad de todos los años. Mientras que en lugares autorizados, como el parque de Disneylandia, las celebraciones siguen su curso.

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Numerosos testimonios hablan de redadas en fiestas de disfraces y otras intervenciones policiales a lo largo de los últimos días.

Julián, un español residente en Shanghái, cuenta a EFE que el sábado 26 de octubre, en una fiesta en un céntrico local, llegó la policía y cerró el local. “Había furgones, carros, unos 15 o 16 policías. Subieron y apagaron la música. No sé si se llevarían a alguien detenido, pero sí que cancelaron la fiesta”, agregó.

Vídeos circulados en redes sociales muestran a una joven disfrazada saludando antes de entrar a un furgón policial, o a una francesa que pregunta al agente que la traslada a comisaría el porqué. “No hay porqué”, le responden. Se desconoce si estas personas fueron detenidas o simplemente llevadas lejos de los “puntos calientes” vigilados por las autoridades.

Durante el 26 y 27 de octubre, tras ser expulsados de discotecas o de determinadas calles, muchos optaron por el céntrico parque Zhongshan, uno de los más conocidos de la ciudad, como “refugio”. Según testimonios en redes, las autoridades también dispersaron esa concentración y optaron por cerrar temporalmente el recinto, una decisión poco habitual.

La intervención no se limita a las discotecas. “En mi colegio estaba todo preparado para la fiesta de Halloween y la dirección recibió una llamada ‘de arriba’ diciendo que no estaba prohibido pero que tampoco nos animaban a celebrarla. A los alumnos les hacía mucha ilusión y hubo algunos que incluso llegaron a decirnos que, vista la situación, lo mejor era cancelarlo”, relata Dani, docente en un colegio internacional.

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