Los Premios Nobel han visto reducida este año su dotación económica en un 20 por ciento, hasta los 8 millones de coronas suecas —unos €930 mil o US$1.5 millones— por categoría, para lograr un rendimiento del capital ajustado a la inflación.
Criticado
De todos los Nobel entregados, el que más expectativa había suscitado era el de Mo Yan, seudónimo que significa “no hables” y cuyo nombre real es Guan Moye.
Desde que se conoció la atribución del premio ha recibido críticas, entre otros, de disidentes chinos por considerarlo un intelectual del régimen comunista.
En su presentación, Wästberg no ahorró elogios a la literatura de Mo Yan, de 57 años, y su retrato de la sociedad china, del que dijo que “describe un pasado que, con sus exageraciones, parodias y derivaciones de mitos y cuentos populares, es una revisión convincente y mordaz de 50 años de propaganda”.
Mo Yan conoce “prácticamente todo lo que hay que conocer sobre el hambre y, probablemente, la brutalidad del siglo XX en China nunca ha sido descrita de una manera tan desnuda”, aseguró. Y es que, en su literatura, el autor ataca la historia y sus falsificaciones, así como las penurias y la hipocresía política.
“En las historias de Mo Yan nunca encontramos el ciudadano ideal que fue una característica estándar en la China de Mao sino que son capaces de adoptar los pasos y medidas más amorales para satisfacer sus vidas y reventar las jaulas en las que han sido confinados por el destino y la política”, se enfatizó en el discurso.
Bibliografía
Algunos de los libros de Mo Yan son: Lluvia en una noche de primavera (1981), El rábano de cristal (1986), La república del vino (1992), Sorgo rojo (1987), Grandes pechos, amplias caderas (1996), Las baladas del ajo (1995), y La vida y la muerte me están desgastando (2010).