Escenario de Vida
¡Deforestación Neto-Cero es posible!
Guatemala se encuentra entre los países más vulnerables al cambio climático a nivel mundial.
En vísperas de la Vigésimo Novena Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP29) que se llevará a cabo en Azerbaijan, Bakú, en noviembre, es la oportunidad para que Guatemala se haga notar entre todos los países del mundo que asistirán a dicha cumbre como uno de los más vulnerables a nivel mundial. Por tal razón, debe poner en relieve que enfrenta desafíos profundos, para recibir financiamiento de la Cooperación Internacional.
Guatemala hará notar ante el mundo que ya está siendo afectada por fenómenos climáticos extremos.
Entre la agenda prioritaria de dicha cumbre está que los 198 países del mundo ratifiquen sus compromisos de reducción de dióxido de carbono, con el fin de no dejar que el mundo experimente un cambio en la temperatura global mayor a 1.5 grados celsius. Sin embargo, las grandes potencias no están moviéndose a la velocidad que necesitamos y los científicos nos están diciendo que si el mundo entero no cumple, pronto vamos a sobrepasar la meta de 1.5 grados centígrados.
Guatemala tiene contemplado contribuir con la reducción de dióxido de carbono a través del “Programa de Reducción de Emisiones”, reduciendo la deforestación a través de las comunidades, áreas protegidas y programas de incentivos forestales. Por ende, la meta primordial de “Deforestación Neto-Cero” es retener carbono a través de los bosques, con la mira de ya no tener deforestación en Guatemala dentro de un par de años.
El programa está a punto de dar frutos, ya que el Banco Mundial pagará por tonelada de carbono que no ha sido liberado a la atmósfera. De tal suerte que Guatemala pronto recibirá su primer pago por los esfuerzos realizados en evitar la deforestación y degradación de los bosques, y por lograr incrementar la cobertura forestal. En el contrato de compra-venta de Pago de Reducción de Emisiones (PRE), el Banco Mundial pagará hasta 10.5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (Co2e), por un monto de hasta US$52 millones, durante un período de cinco años. Estos fondos ayudarán a que mujeres, juventudes, pueblos indígenas y otros grupos vulnerables estén mejor adaptados a enfrentar los impactos del cambio climático.
El programa dejará atrás fuentes no renovables, e hidrocarburos, y aumentará la matriz energética con énfasis hacia la energía solar y la energía hidroeléctrica. Incluye programas de incentivos forestales y de pueblos indígenas que mantienen sus bosques comunales en excelente estado gracias a sus buenas prácticas. En suma, durante la Convención, cada país tendrá un voto, y cada voto contará. Por ende, el voto de Guatemala será a favor de un cambio “urgente” y de una transición pronta para ir dejando a los combustibles fósiles de lado, y así movernos hacia modelos de energía limpia, sostenible y renovable.
A pesar de que nuestro país es pequeño, pondrá de manifiesto que lleva un sentido muy fuerte de velar para que se realicen cambios urgentes que detengan el aumento de la temperatura. De tal forma que Guatemala hará notar ante el mundo que contribuye poco en las emisiones globales del cambio climático, pero que ya está siendo afectada por fenómenos climáticos extremos. No me cabe la menor duda de que el programa de Reducción de Emisiones de Guatemala será bien recibido en esta cumbre mundial y seremos ejemplo para muchos otros países.
Nuestra delegación de país la preside el MARN y va representada por el sector académico, sector privado, sector indígena y Gobierno. En la semana de negociaciones intensas, Guatemala apelará a la voluntad de las partes (países miembros) para que trabajen de manera conjunta que permita un acuerdo duradero, justo y equilibrado, y metas más ambiciosas para la supervivencia en el planeta.