Barcelona se hizo con el control absoluto del balón, pero enfrente se encontró con un rival muy bien posicionado, muy solidario en defensa, que no dejó espacios a los atacantes.
Barcelona tocaba y tocaba, pero no encontraba fisuras en la zaga local por lo que recurrió al disparo de media distancia como principal argumento ofensivo aunque sin éxito.
El conjunto de Juan Ignacio Martins tuvo paciencia para esperar sus ocasiones. Barkero tuvo la primera en el primer cuarto del partido, en un disparo con mucha intención que encontró respuesta en una gran mano de Valdés.
Messi lo intentó en varias ocasiones, pero el que más peligro creó fue Iniesta por la banda izquierda.
Todo el gran trabajo defensivo del Levante se vino abajo nada más comenzar el segundo acto. En apenas siete minutos, la sociedad formada por Iniesta y Messi hizo trizas la zaga local, en dos jugadas del manchego que culminó el argentino (minutos 47 y 52), que sigue en estado de gracia de cara al gol en este mes.
Los dos goles recibidos fueron un mazazo para el Levante y dieron rienda suelta a la fantasía del Barcelona, que por si quedaba alguna duda quedó resuelta en un descomunal disparo de Iniesta (56) que firmó el 0-3 y sentenció definitivamente el encuentro con más de media hora de juego por delante.
Iniesta aún guardaba más magia en sus botas y de nuevo una gran acción suya acabó en gol, tras asistir a Cesc (63), quien recortó con calidad a Munúa para subir el cuarto al marcador.
Los seguidores del Barcelona cantaban: “Campeones, campeones”, pues el Real Madrid ya queda rezagado a 11 puntos de los de Tito Vilanova.