“Los ataques de perros provocan lesiones y traumas terribles a nuestro personal”, lamentó el presidente de Royal Mail, Donald Brydon. “Nadie tendría que soportarlo y nuestro personal está más expuesto a este riesgo a causa de su oficio”, añadió.
Brydon dijo que los correos británicos tomarían “una actitud más enérgica” con los clientes cuyos perros ataquen a los carteros, lo que podría incluir la suspensión del reparto.
“Ajustaremos nuestras normas inmediatamente”, añadió.
Las nuevas medidas llegan tras una informe independiente que recomendó tomar sanciones más severas contra los propietarios de perros peligrosos.
Escocia y el Norte de Irlanda ya tienen leyes en este sentido pero en Inglaterra no se pueden tomar medidas legales si un perro muerde a un cartero que está en una propiedad privada, acercándose a la puerta, por ejemplo.
“Estas medidas darán protección legal a los carteros, que visitan centenares de domicilios privados en sus rondas diarias, para limitar los ataques de los perros”, dijo Royal Mail.