Wálter Hernández, poblador, resaltó que las autoridades municipales al fin pusieron atención a las constantes quejas, ya que por ese sector era peligroso caminar en la noche porque los residentes eran víctimas de asaltos.
Custodio Molina, otro vecino, señaló que era feo ver, tanto para ellos como para algunos visitantes, que parejas utilizaban el arriate para actos indebidos a cualquier hora del día.
Más vigilancia
Jorge Marín, otro residente, refirió que era necesario hacer una remodelación al parque, y agregó que la Policía Nacional Civil debería asignar agentes para controlar el área para contrarrestar la delincuencia.