Desarrollo de país
Evaluación de desempeño
Evaluación de desempeño y evaluación de 360 grados
En las empresas, los departamentos de recursos humanos, a solicitud de la junta directiva o de la gerencia general, se utilizan principalmente dos herramientas para medir el desempeño de los directores de área, gerentes, jefes, supervisores, etc., respetando el organigrama de la empresa: 1) Evaluación de desempeño y 2) Evaluación de 360 grados.
Si la percepción de muchos es que no han sido eficientes en la gestión, deben de corregir.
Una evaluación de desempeño es un sistema que mide en forma objetiva e integral la conducta profesional, las competencias, el rendimiento y la productividad. Sirve para medir el nivel de cumplimiento de las expectativas y los objetivos propuestos a nivel individual. La evaluación de 360 grados es un tipo de evaluación de desempeño integral que se basa en las relaciones que tiene el empleado, ya que los resultados se obtienen de la retroalimentación de su entorno profesional. Esa evaluación sirve para medir el desempeño laboral de los colaboradores tanto cualitativa como cuantitativamente. Es una evaluación que evita sesgos porque la información la proveen varias personas con diferente responsabilidad.
Los resultados de ambas evaluaciones son la mejor herramienta técnica para la toma de decisiones de los jefes inmediatos, para siempre tener a profesionales que cumplan mejor con el perfil del puesto.
En el sector público, a nivel de opinión pública, lo similar es contratar encuestas serias para medir desde la ciudadanía “el desempeño” del gobierno de turno, la municipalidad de turno, etc. Para lo interno debe utilizar herramientas similares a las de las empresas para medir a sus designados. A nueve meses de tomar posesión, el binomio Arévalo-Herrera no hemos visto una encuesta, pero valdría la pena hacerla y verla porque la percepción que tengo por muchos comentarios de diferentes públicos es que la popularidad les ha bajado mucho. Circula en redes sociales que existe una encuesta de una firma internacional responsable que indica que el nivel bajó a 32%. He tratado de encontrar esa encuesta, pero no lo he conseguido, pero invito a medios de comunicación, a tanques de pensamiento, a cámaras empresariales, etc. a contratar una encuesta a fin de año para que se sepa la verdad de la gestión.
El presidente Arévalo debe considerar esos resultados porque si la percepción de muchos es que no han sido eficientes en la gestión, deben de corregir. Me atrevo a poner tres puntos para análisis: 1) La baja ejecución presupuestaria del Ejecutivo, 2) La muy mala gestión del CIV, y 3) La visible falta de resultados de operación política de los diputados oficialistas en el Congreso, sobre todo en leyes que son necesarias para el desarrollo del país.
Lo más visible para la población que ya se va sintiendo en el costo de los productos y servicios es el mal estado de las carreteras y la incapacidad de resolver problemas de inmediato. El mejor ejemplo es el daño de las lluvias en el km 44.5 de la autopista Palín-Escuintla. Van cuatro meses desde lo sucedido y recién anunciaron la necesidad de 150 días más para repararlo.
En cuanto a leyes como la de infraestructura vial prioritaria, no son diputados oficialistas los que han logrado presentarla y llevarla a tercera lectura. Hay otras necesarias para hacer más eficiente al país. Una es la necesaria para que realmente funcionen las alianzas público-privadas donde no se ve al oficialismo trabajar.
El autollamado socialdemócrata presidente de la República debe poner al sector público a trabajar porque el país lo necesita. No es posible querer tener popularidad dando feriados como hoy, cuando todos los del sector privado trabajamos.
Invito al presidente Arévalo a que revise su equipo de trabajo y ponga a los mejores posibles en cada puesto que él y la vicepresidente designen y exijan a quienes designan tener los mejores profesionales posibles en el servicio público.