Leticia Pérez, quien estudia en un establecimiento educativo privado y se graduará de Bachiller en Ciencias y Letras en Xelajú, dijo que a sus padres les solicitaron el pago de Q1 mil para costear dos misas, el alquiler de toga, el pago del salón para el acto de graduación y los trámites de título.
Gabriel Vásquez, cuya hija se graduará este año en un establecimiento público, aseguró que gastará Q1 mil 500, que incluyen alquiler de toga, trámite de título y un refrigerio, únicamente para la familia cercana.
Afirmó que, pese al gasto, para él y su familia es una alegría que su hija cumpla con una meta educativa.
Explicó que no harán fiesta porque ese dinero piensa usarlo en los gastos de la universidad.
Créditos
Branly Ramírez, asesor de créditos de una financiera local, explicó que en septiembre y octubre conceden varios créditos creados de manera específica para cubrir gastos de educación.
“Los padres solicitan préstamos de entre Q1 mil y Q5 mil, de los que utilizan una parte para el alquiler de togas y otros gastos, y el resto para hacer una pequeña fiesta”, expresó Ramírez.
En Cobán, Alta Verapaz, un estudiante de un colegio, quien no quiso ser identificado, comentó que tuvo que aportar Q500 para su acto de graduación, lo que incluye el alquiler del traje de gala, toga, acto de graduación y papelería.
Afirmó que aparte sus padres tuvieron que hacer un gasto por el anillo de graduación, traje y una fiesta.
“Mis padres calculan que van a gastar Q5 mil en todo lo concerniente a mi graduación, pero ahorraron por mucho tiempo para ello”, dijo.
Vale la pena
Irma García, de Santa Elena, Flores, Petén, indicó que donde estudia su hijo hubo consenso para la compra del traje de prácticas y de gala, y se buscó lo más barato, con facilidades de pago.
Añadió que el costo fue de casi Q900 por ambos trajes y que no era necesario hacer el gasto, porque quedaba a criterio de los padres, aunque casi todos lo hicieron.
Pablo Barrios, un padre de familia de San Benito, refirió que ahorró para la graduación de su hijo, pero cree que no le alcanzará y por eso gestionará un préstamo bancario.
“La graduación de un hijo no tiene precio. Aunque salga caro, uno tiene que ver cómo se las arregla, porque vale la pena recompensar el esfuerzo”, enfatizó Barrios.